La F-1 sigue buscando nuevos mercados y se estrena hoy en China (07.00 h, Tele 5 y El 33) en medio de una tremenda expectación. Poco importa que la escudería Jaguar, vinculada a Ford, haya anunciado que se retira por las dificultades económicas que le provoca el gran circo . Poco importa que Jordan y Minardi estén al borde de la quiebra y amenacen, también, con dejar la competición. Poco importa que, desde hace ya varias semanas, Ferrari y el alemán Michael Schumacher hayan acabado con el escaso interés del actual campeonato por su gran dominio.

El británico Bernie Ecclestone sigue empeñado en universalizarla y, junto a Bahrain, este año ha logrado que el Gobierno chino, que organizará los próximos Juegos del 2008, se gaste 325 millones de dólares (263,9 millones de euros; 43.909 millones de pesetas) en la construcción de un circuito que, como el resto de las últimas instalaciones, ha sido encargada, también por expreso deseo de Ecclestone, al arquitecto alemán Hermann Tilke.

El trazado de Shanghai, construido en el tiempo récord de 18 meses, tiene una inmensa recta que los monoplazas coronarán a más de 330 kms/h y que cuenta con una tribuna para 30.000 espectadores desde la que puede contemplarse el 80% del circuito. En total, tiene una capacidad para 200.000 personas.

"En un circuito nuevo siempre te diviertes", dice Fernando Alonso. "La salida será tremenda", pronostica el alemán Ralf Schumacher, piloto de Williams-BMW, que reaparece tras más de tres meses de ausencia por su accidente en Indianápolis. "Y lo será porque concluye con una curva de casi 360 grados a la derecha en la que sólo cabe un coche y hay que trazarla en primera".

Shanghai ha recibido todo tipo de elogios especialmente por su gigantismo. Todo es inmenso, empezando por la zona acotada para el circuito, instalado en una auténtica ciudad del motor , y pasando por sus gigantes talleres donde los coches parecen que son de miniatura. "Quizá estamos ante la carrera de coches más importante de la historia", explica el alemán Norbert Haug, máximo responsable de Mercedes Motorsport.

EL GRAN NEGOCIO Haug, como el resto de ejecutivos de las marcas implicadas en la F1 (Mercedes, BMW, Ferrari, Renault, Honda, Toyota, Ford, etc) consideran que la carrera abrirá el mercado de China y toda Asia a los constructores ya que calculan que este GP tendrá una audiencia muchísimo mayor que los 350 millones de telespectadores habituales en un gran premio.

"Yo no sé si será o no la carrera más importante de la historia, pero puedo asegurar que jamás había visto una cosa igual a este trazado, es impresionante", dice Jean Todt, máximo responsable de Ferrari.