Giorgi Papunashvili estuvo ayer en la grada de La Romareda, al lado del resto de jugadores que no participaron en el encuentro por lesión o por decisión técnica. El georgiano regresó de su país el domingo después de casi un mes allí tratándose de la lesión que, en Zaragoza, no acababa de sanar. Víctor Fernández se refirió a la situación del futbolista en los siguientes términos, lanzando un rastro de sospecha sobre su situación física. «La información no es la que me gustaría. Ha venido contento y animado. Está mejorado y mi ilusión sería que entrenase con el grupo ya, pero no va a ser así. Necesito la ayuda y la contribución de todos y a Papu no le he disfrutado nada, más que eso lo he sufrido. A ver si encontramos ese punto óptimo de su recuperación. Él y el informe médico dicen que está mucho mejor», comentó el entrenador, que echó un jarro de agua fría sobre aquellas intenciones que decían que el jugador podría incorporarse prácticamente de manera inmediata a la dinámica del grupo e, incluso, estar disponible para el encuentro del lunes en Cádiz.

Por otra parte, Verdasca, autor del 1-0 contra el Nástic, se mostró «muy contento por el gol, pero más por los tres puntos. Ha sido una victoria muy buena de todos. Hemos hecho una primera parte muy buena, porque te da más tranquilidad», afirmó. El luso descubrió el plan de partido. «Teníamos la idea de entrar los primeros quince minutos muy fuertes y hemos tenido la suerte de marcar a los cinco minutos».

Por último, Cristian Álvarez se congratuló por haber podido jugar «tranquilos por primera vez». El argentino reconoció que «el gol tempranero» les dio «muchísimo» y eso le cambió «la energía» al equipo. Y avisó: «Cometeríamos un error gravísimo si nos relajáramos». Sobre su futuro respondió lo siguiente: «No sé esa respuesta. Tengo un año más de contrato y si cumplo objetivos tengo otro más. De momento estoy atado al club».