Un jugada desgraciada, casi ridícula del Levante, decantó el partido y la eliminatoria a favor del Barcelona (1-4), ya que el gol en propia puerta de Juanfran no solo supuso el empate de los catalanes, sino que también propició un cambio absoluto en el desarrollo del encuentro que acabó en goleada. Los levantinistas, que se habían retirado con ventaja al descanso (1-0), plantearon un encuentro muy incómodo, pero tras el empate cambió por completo el guión. Irrumpió la calidad infinita de Messi y Tello se erigió en ejecutor, con un triplete que deja la eliminatoria sentenciada.

Después del empate liguero (1-1), el Levante y el Barcelona volvían a verse las caras tres días después en el mismo escenario, pero con alineaciones muy diferentes. Aunque los dos equipos repitieron la disposición táctica del pasado domingo en la Liga. La posesión era azulgrana pero con el paso de los minutos se fue enredando en la madeja que había tejido el Levante, que de nuevo sacó petróleo a balón parado. En esta ocasión, fue en una falta lateral que rechazó mal Puyol y El Zhar fusiló a Pinto.

El partido se puso como le gusta a los levantinistas. Sin embargo, el Barcelona tuvo la fortuna de empatar en una jugada absurda de la zaga del Levante. Tras parar el meta Javi Jiménez un disparo de Tello, el rechace le cayó a Vyntra que, sin nadie alrededor, despejó contra su compañero Juanfran y el balón entró en la portería local. Eso desencadenó el huracán de juego de Leo Messi, perfectamente ejecutado por el canterano Tello, que fue el autor de los tres goles. El Levante decayó anímicamente y se dejó ir en el partido.