El jugador del Cádiz, Roberto Correa Silva, fue detenido por causar daños en un cajero de un aparcamiento de la ciudad y puesto en libertad tras prestar declaración el pasado martes en la comisaría, según indicaron fuentes policiales. Los daños, según publicaron Diario de Cádiz y La Voz de Cádiz, se produjeron en la madrugada del domingo 17 de marzo, horas después del partido que enfrentó al equipo cadista con el Lugo en el estadio Ramón de Carranza de la capital gaditana.

Sobre las tres de la madrugada, Correa, con otros jugadores del equipo, fue al aparcamiento subterráneo Puerta del Mar. Allí, tras orinar en el suelo, propinó una fuerte patada al cajero, lo que causó daños en la máquina valorados en entre 4.000 y 5.000 euros, según la denuncia que presentaron después los propietarios del aparcamiento ante la Policía. La denuncia, según ambos medios, señala que el futbolista presentaba síntomas de encontrarse bajo los efectos del alcohol.

Tras la denuncia interpuesta al día siguiente, y una vez que con las imágenes de las cámaras de seguridad del aparcamiento se pudo identificar al futbolista como el causante de los daños, la Policía le citó a declarar el pasado 2 de abril.Tras declarar ese día como detenido, acusado de daños, fue puesto en libertad, mientras continúan las diligencias abiertas sobre el caso.

El Cádiz, en un comunicado publicado en su página web, admitió ayer la apertura, por parte de la Policía, de una investigación acerca de los hechos y expuso que al jugador «le ampara, como a cualquier otro ciudadano, la presunción constitucional de inocencia. A tal fin queremos salvaguardar la intimidad del mismo y de las personas que le pudieran haber acompañado, ya que se trata de una acción llevada a cabo dentro del ámbito privado de la vida de las personas implicadas, máxime cuando no existe resolución judicial alguna al respecto», indicaron desde la entidad.

Fuentes del vestuario del equipo gaditano expresaron ayer su «total apoyo» al futbolista y pidieron «respeto».