Íñigo Celorrio cumplió el gran sueño deportivo de su vida. En una mañana para la historia, el primera línea zaragozano colaboró en el ascenso a la Liga Asobal del Fertiberia Balonmano Puerto Sagunto. En el Ovni, los levantinos ganaron de manera concluyente al Torrelavega por 34 a 27 en el playoff de ascenso a la Asobal y regresaba este histórico equipo a la Liga de Oro tras un año de travesía por el desierto de la División de Honor Plata.

Celorrio se formó en la cantera del Balonmano Dominicos desde los seis años. Lo descubrieron Fran Martín y José Ángel Equiza. «Estuve en el colegio hasta los 18 de juvenil de segundo año». Por aquel entonces los niños del colegio se repartían con el fútbol sala. «No es como ahora que todo el mundo practica balonmano en Dominicos», dice. Celorrio llegó a competir en Segunda Nacional.

Estudia en Valencia Ingeniería Industrial y le queda un año de carrera. «Me apetecía estudiar fuera de casa y me fui allí. Me hicieron una oferta para jugar con el equipo de Primera de Puerto Sagunto y entrenar con el equipo de Asobal y debuté el año pasado en la máxima categoría», indica.

El central aragonés se ha adaptado a la vida valenciana perfectamente, pero no sabe cuál será su porvenir. «No sé lo que haré en el futuro. Vivo en un piso del club en Puerto Sagunto. Es una ciudad cómoda y tiene 100.000 habitantes», indica. Celorrio es el ejemplo claro del deportista que puede estudiar y entrenar mucho. «La universidad me da muchas facilidades, entrenamos los cinco días de la semana y voy más o menos al día. Me gusta mucho la carrera y me acompañan los resultados».

Balonmano Nava de Segovia ascendió directamente al ser primero y cuatro equipos se jugaron el playoff de ascenso. «Éramos los favoritos y las semifinales y la final fueron fáciles. Teníamos la mejor plantilla, aunque a un partido nunca se sabe». Es un primera línea estilizado. «Me gusta que el equipo juegue bien y que todos sumemos goles. No es mi virtud el lanzamiento exterior y me gusta jugar con el pivote y el uno contra uno». A nivel defensivo reconoce que «no soy el mejor del mundo, pero no doy el cante».

El Fertiberia Puerto Sagunto es un bloque. «En defensa somos muy sólidos y la portería acompaña bastante con David Bruixola. Es un chaval de 40 años. También brilla el pivote Iván Montoya y el central Villa», afirma.

Todavía no sabe si el año que viene continuará en el equipo levantino. «Creo que seguiré, pero no lo sé seguro», afirma el primera línea. En cuanto al nivel de la Asobal, afirma que «este año ha subido bastante. Está el Barcelona, por detrás equipos como Ademar, Cuenca e Irún y el resto se pueden pelear con todos. El año que viene podemos conseguir la permanencia». Para este joven, lo más bonito sería «regresar a Dominicos y ayudarle a subir a la División de Honor Plata», reconoce el aragonés.