«Es como un hotel, pero con tiendas de campaña». Dani Costas, responsable de la nueva zona de glamping de Motorland, se marchará hoy de Alcañiz con una sonrisa de oreja a oreja como consecuencia del «éxito» de la puesta en escena de su proyecto en el Gran Premio de Aragón. Su idea, que ya funciona en muchos festivales y también en Jerez, consiste en ofrecer al aficionado una acampada diferente. Nada de saco de dormir al hombro, follón nocturno y pocas comodidades. No. La zona de glamping ofrece todo lo contrario: tranquilidad, servicios y hasta desayuno. Todo durante los cuatro días del Gran Premio. «En principio lo ofrecí al cámping pero me dijeron que no, y luego fue el circuito el que me llamó para que pusiera en marcha el servicio ya que el cámping convencional estaba lleno y necesitaban ocupar un hueco en el mercado que no cubrían», expone Costas.

La idea, tomada de Inglaterra, permite al aficionado una estancia sobre asfalto en el propio circuito. Con todo montado ya de antemano. Existen tres opciones de alojamiento: la tienda convencional con una colchoneta de yoga en la base, lámpara y candado y dos más con camas y más equipadas. La primera solo permite alojamiento y las otras dos también dan derecho a desayuno. Existe recepción las 24 horas, aseos y duchas, así como punto de carga para el móvil y aparcamiento para el coche o la moto. «Al final, la acampada es zona de batalla y aquí se ofrece algo totalmente distinto. Hay personal de limpieza y nos ocupamos de cualquier problema que pueda haber, por ejemplo, si la lluvia moja un colchón. Aquí la gente viene con las manos en los bolsillos», expone Costas.

Se trata, en fin, de otro tipo de público. El cliente del glamping, instalado en el paddock del karting, busca un entorno más tranquilo y poder dormir por la noche. Sobre todo, son aficionados procedentes del extranjero que acuden a Alcañiz en moto y que prefieren acudir ligeros de equipaje. Aunque también hay españoles, como Alejandro, que llegó en moto desde Murcia. «Me decidí por la comodidad y porque no tienes que traer y montar tu propia tienda», indica. La experiencia ha sido tan positiva que repetirá. «Me encanta esto y me encanta Motorland porque creo que el ambiente es mucho más motero que en otros sitios». A su lado, un grupo de amigas asiente.

Como ellos, alrededor de 250 personas han optado por una alternativa que ya ha cuenta con más adeptos en Alcañiz que en Jerez, donde la mayor oferta hotelera deja menos espacio a este tipo de alojamiento. Y eso que el servicio apenas ha estado dos semanas a la venta tras haberse contratado tarde. «Lo ideal sería haber empezado a ofertar en noviembre, pero este año ha sido para probar y al que viene será otra cosa», asegura el responsable, que tiene claro que «por solo un poco más», esta opción merece la pena. «La tienda más sencilla cuesta 110 euros las cuatro noches para dos personas, la que incluye desayuno supone alrededor de 200 y las más grandes, para cuatro personas, 480, es decir, 120 euros por persona. ¿A que no está mal?».