Sí, es cierto. No es una locura. Ese equipo que hace dos días volvía a perder en el mismo césped contra el Sabadell certificó ayer su pase a la próxima ronda de la Copa del Rey después de derrotar al Lleida Esportiu, el cuarto de la Liga. Es la magia del torneo del KO, y el Ebro se empapó de ella para dejar fuera al exigente cuadro catalán. No entiende de resultados ni de estadísticas. Son 90 minutos de ilusión y ganas de jugar al fútbol. La afición se hizo partícipe de esa ilusión. «Hoy puede ser un gran día», parafraseaba con optimismo a Serrat un veterano aficionado minutos antes del inicio. Y sí, finalmente fue un gran día. Eso sí, hubo que sudar mucho para que el ambiente a orillas del río pasase de la profunda desesperación a la alegría.

Las más de 620 personas que había en las gradas del campo pudieron observar que el Lleida no está en la cuarta posición por casualidad. Plantó cara al conjunto arlequinado en los minutos iniciales y, aunque no estaban predispuestos a practicar un juego vistoso, fueron efectivos. Estaban cómodos en un césped muy complicado para dominar la posesión del esférico. Igual, por ese motivo, el balón estuvo más tiempo en el aire que sobre el verde en los primeros 45 minutos, volando de un campo a otro sin generar nada de peligro.

En uno de esos desplazamientos largos llegó la primera oportunidad del cuadro zaragozano. Un derribo inoportuno de Dalmau a Tiago Portuga en el área ilerdense, en el minuto 35, supuso la primera pena máxima de la tarde. Gerrit Stoeten imitó aquel famoso penalti de Sergio Ramos contra el Bayern de Munich y la envió por encima de la meta de Pau Torres. Desde ese momento, el Lleida lideró los instantes finales de la primera mitad. Un rechace de la defensa arlequinada cayó en las botas de Albistegui que, con una bonita tijereta, se coló en la portería de Salva sin que nada pudiese hacer para remediarlo. Los jugadores se retiraron a los vestuarios cabizabajos, con sensaciones que les son familiares en este arranque liguero.

En la reanudación, el conjunto catalán volvió a llevar la voz cantante del partido, con Musa y Alpha especialmente activos en el ataque. Mientras, el Ebro carecía de ideas para dar la vuelta al marcador. La decisión de Manolo González de introducir a David Mainz, Javi Cabezas y Sergio Cortés (por el lesionado Teo Tirado) dieron un lavado de cara al equipo. Los zaragozanos observaron que el reloj comenzaba a jugar en su contra y se volcaron arriba. Así comienza la historia de esa histórica remontada. Un agarrón de Trilles a Raúl en el minuto 72 certificó el segundo penalti que, esta vez sí, penetró en las redes desde las botas de Ubay Luzardo.

La afición vibró, y la moral ilerdendense comenzó a caer. A falta de ocho minutos para el final llegó el premio gordo. Una buena jugada combinativa finalizó en un precioso pase de la muerte de Raúl González, que supera al portero, y Sergio Cortés empujó a placer para poner en pie al graderío de El Carmen. Primer triunfo de la campaña que tiene sabor a Europa. Mañana el Ebro conocerá a su rival, que saldrá del bombo entre Barça, Real Madrid, Atlético, Betis, Villarreal y Sevilla.

EBRO 2

LLEIDA ESPORTIU 1

Goles: 0-1, min. 44, Albistegi; 1-1, min. 71, Ubay (pen). 2-1, min. 81, Sergio Cortés.

Árbitro: Muñoz Pérez. (Comité Valenciano). Amonestó a los locales Salva, Cabezas y Cortés y a los visitantes Trilles y Dalmau.

Incidencias: 628 espectadores.

Ebro: Salva, Teo Tirado (Sergio Cortés m.68), Amelibia, Ubay Luzardo, Michele Diana, Tiago Portuga, Fernando Liñán, Sandro Toscano (Javi Cabezas m.62), Gerrit, Víctor (Mainz m.53), Raúl González.

Lleida Esportiu: Pau Torres, Joan Oriol, Tano Bonnin, Marc Trilles (Almagro m.83), Dalmau Martínez (César Soriano m.75), Albistegui, Noel, Juanto, Musa, Cano (Martínez m.75), Alpha.