Ejea fue ayer la capital universal del zaragocismo. La localidad cabecera de las Cinco Villas fue una fiesta del sentimiento blanquiazul en el IV Encuentro de Peñas del Real Zaragoza. Entre chorizo y longaniza, unos 400 aficionados llegados de todos los rincones de Aragón y de España vivieron una jornada de amplio carácter festivo y que contó con la presencia de Alfonso Soláns, presidente de la entidad, y la ausencia de algún miembro de la plantilla del primer equipo, justificada por la celebración del partido homenaje a Xavi Aguado en La Romareda.

El día empezó con puro sabor aragonés. La longaniza, el chorizo y las migas del almuerzo sirvieron como apertura de un día de tono bicolor: blanco y azul. A la cita acudieron no sólo Alfonso Soláns, sino también gran parte de la directiva como Jerónimo Suárez, Jorge Horno y Paco Checa, además de Arnaldo Félix, presidente de la Agrupación de Peñas del Real Zaragoza y Luis Pastor, concejal de Deportes del Ayuntamiento de Zaragoza.

Misa y comida

Los peñistas se trasladaron luego a la iglesia de San Salvador donde se realizó una misa presidida por la Copa del Rey conquistada este año en Montjuïc y amenizada por la Coral Polifónica de Ejea. Del solemne acto se pasó de nuevo a la mesa, tras una visita colectiva al museo de maquinaria agrícola antigua de la localidad zaragozana. En el polideportivo La Llana los centenares de comensales disfrutaron de una comida, tras la cual se repartieron diferentes galardones al Ayuntamiento de Ejea y la Peña Cinco Villas, que además obsequió a Alfonso Soláns con un trofeo. "Ha sido un éxito rotundo. La pena es que los jugadores no hayan podido acudir, pero realmente los verdaderos protagonistas de este día eran los peñistas. Me voy de Ejea con una fantástica impresión por ver este ambientazo zaragocista", declaró Soláns. "Con este tipo de celebraciones se ve que el Zaragoza es algo más que un club y que representa a todo un país como es Aragón", recalcó Luis Pastor.

Con el cierre de la velada, varios centenares de peñistas tomaron los autobuses puestos a disposición del club y el propio Aguado para desplazarse hasta Zaragoza donde contemplaron en La Romareda el homenaje que sirvió para despedir al jugador que más veces ha vestido la elástica blanquilla en la historia del club.