El campeón olímpico keniano Eliud Kipchoge ha ganado este domingo el maratón de Berlín y estableció un nuevo récord mundial en 2h.01:40, tras dominar de principio a fin el recorrido a través de la capital alemana.

La plusmarca mundial, actualmente en posesión del también keniano Dennis Kimetto con 2:02:57, es prácticamente lo único que le faltaba a Kipchoge -nacido en 1984 y lector de filosofía griega en sus tiempos libres- en un palmarés casi perfecto.

Al margen de sus éxitos anteriores en pista -fue campeón mundial de 5.000 metros y plata olímpica en la misma distancia-, Kipchoge ha ganado 10 de los 11 maratones que ha corrido y la única vez que tuvo que resignarse al segundo lugar fue justamente ante Kipsang en Berlín en el 2013. En esa ocasión Kipsang, además, impuso un nuevo récord del mundo -2:03:23- que entre tanto ha sido pulverizado.

INTENTOS ANTERIORES

Después de esa derrota ante Kipsang, Kipchoge había intentado dos veces batir el récord del mundo en Berlín y las dos veces se ha enfrentado con circunstancias que se lo han impedido.

La primera vez, en el 2015, fue un problema con sus zapatillas. Las suelas interiores se desprendieron y empezaron a salirse de las zapatillas ya casi al comienzo de la carrera, lo que naturalmente ralentizó el paso del keniano.

Pese a ello, Kipchoge ganó la carrera pero se quedó, con 2:04:00, 63 segundos por encima del récord de Kimetto.

Hace un año Kipchoge lo volvió a intentar y esa vez su enemigo fue la lluvia. El tiempo final fue de 2:03:32, el mejor registro que se ha corrido nunca en esas circunstancias, pero nadie homologa en ninguna parte los récords mundiales bajo la lluvia.

Antes, en mayo del 2017, en un experimento destinado a bajar de las dos horas en el maratón, Kipchoge había corrido la distancia en 2:00:25 en el autódromo de Monza pero la marca no fue homologada pues la carrera no cumplía las condiciones reglamentarias para ello.

A la popular competición se habían inscrito unos 44.000 corredores, para participar en un circuito que arrancó y culminó junto a la emblemática Puerta de Brandeburgo