En el Huesca siguen erre que erre con el VAR. En el Ciudad de Valencia, la acción del penalti de Mantovani sobre Morales que supuso el 2-1 pasó en un primer momento de puntillas, pero con el paso de las horas y de los análisis, pudo ser fuera del área, lo cual sería un error (otro más) inadmisible teniendo la ayuda de la tecnología. Entonces el atropello del argentino sobre el jugador granota pasaría a ser un atropello al Huesca.

Todo ello, claro, contando que el VAR se equivocase ya que la acción es muy complicada, incluso con ayuda para decidir en poco tiempo. Sin embargo, uno de los aspectos que más chirrían es que Del Cerro Grande se fiase únicamente del criterio de sus compañeros en el VAR y no fuera al monitor a visualizar la jugada. También es preciso tener en cuenta que en la sala del videoarbitraje tienen más tomas, cámaras y elementos de ayuda para tomar una decisión final y que esta sea justa.

De hecho, en El Alcoraz saben perfectamente lo que es no entender el criterio del VAR ni de actuación de los árbitros, así como esperar una eternidad por una decisión. Ahora la premisa es agilizar el proceso para que el desarrollo del partido sea más natural, por lo que los colegiados tienen que dar un veredicto firme en poco tiempo. Y ahí, con el penalti de Mantovani a Morales, se pudieron columpiar.

Es otra decisión dudosa que afecta al Huesca en su contra. Precisamente ante el Levante en el encuentro de la primera vuelta se dio por válido el gol de Boateng (2-2) cuando el linier había señalado fuera de juego y el árbitro había pitado. No se revisaron ni pitaron los posibles penaltis no señalados sobre Musto en Getafe, Akapo ante los madrileños en la primera vuelta y Longo en Valencia, todos decisivos; y el VAR tampoco interpretó fuera de juego en las jugadas previas al empate de penalti del Sevilla en El Alcoraz ni en el 1-0 de Mata contra el Getafe en el Coliseum. Ese día estalló el Huesca. Si no hubiera VAR, el Huesca tendría un punto menos (23 en lugar de 24), pero si esas decisiones discutibles hubieran caído del lado oscense, como reclaman, la situación podría ser más esperanzadora.