En la deficiente construcción de la plantilla del Real Zaragoza el pasado verano, condicionada por el peso de los contratos que venían de la élite y por la crisis económica, y con la ausencia de refuerzos de verdadero nivel, hubo varios hándicaps clarísimos y puestos que quedaron muy mal cubiertos. El del central se pudo remediar en enero con la llegada de Arzo, al que Víctor por cierto ve en el mediocentro, donde jugará mañana ante el Eibar como ya hizo ante el Deportivo, mientras que la falta de un 9 rematador y de envergadura y la necesidad de un centrocampista con jerarquía han lastrado al equipo durante toda la temporada, ya que tampoco llegaron en un mercado de invierno marcado por una fallida revolución en las incorporaciones porque las salidas, sobre todo las de Movilla y Paredes, no respondieron al patrón previsto.

Solo desde esa carencia en el medio se explica que entre Paco Herrera, durante 30 partidos, y Víctor Muñoz, en los dos últimos, hayan utilizado hasta 12 combinaciones diferentes en la sala de máquinas de la medular en el once de inicio en los 32 choques de Liga. Frente al Eibar, donde Arzo es fijo y entre Barkero y Cidoncha se juegan ser su pareja, con más posibilidades, muchas más, para Barkero, llegará la decimotercera distinta.

ARZO Y BARKERO

El baile, pues, en esa medular ha sido infernal para que lograr el equilibrio en una zona tan vital se haya convertido en una quimera, lo que explica en parte, o en gran parte, la tremenda carencia futbolística que ha tenido este Zaragoza a lo largo de la mayor parte de la temporada. Por lesiones, bajo rendimiento o incapacidad pura y dura, el timón del Zaragoza sigue desierto y Víctor espera que la mejoría física de Barkero, al que Herrera nunca vio en la sala de máquinas, junto a la capacidad táctica y de contención de Arzo supongan la respuesta más idónea para solucionar esta carencia con los mimbres que tiene en la plantilla. Con el entrenador aragonés, Paglialunga ha pasado a un segundo plano, mientras que Cidoncha, al que Herrera también utilizó más adelantado, ha ganado peso en el medio porque supone un plus de energía en esa zona. Mientras, Acevedo sigue de baja por lesión, su cuarta de tipo muscular en esta temporada.

El caso es que por la medular zaragocista han pasado ya como titulares hasta ocho jugadores. Paglialunga, Acevedo, Movilla, José Mari, Cidoncha, Tarsi, Arzo y Barkero. Los descartes del club en el pasado mercado invernal abrieron la puerta de salida a José Mari, que se fue a la Mayor Soccer League, a los Colorado Rapids, el 6 de febrero y a Movilla, que tras un agrio conflicto recibió la carta de despido 19 días después. La situación contractual de Tarsi por la modificación de su condiciones le ha hecho perder sitio en las últimas jornadas, mientras que otros dos centrocampistas del filial, Anton y Carlos Javier, han visitado la medular zaragocista como relevos desde el banquillo, ambos tras la llegada de Víctor Muñoz.

EL DÚO DE HERRERA

La dupla formada por Paglialunga, titular en 23 partidos, y Acevedo (14) ha sido la que más veces ha estado en la alineación de salida. Hasta en 11 ocasiones. Era la preferida por Paco Herrera, al menos la que más alineó, pero las lesiones musculares de Acevedo y la que sufrió en la cadera Paglialunga impidieron una mayor continuidad. Ese dúo vivió su mejor momento con la reacción en enero, pero en la caída que supuso el despido de Herrera también fue la apuesta titular ante Recreativo, Mallorca y Ponferradina sin retomarse el camino de la victoria. La derrota en El Toralín supuso el adiós del técnico catalán.

Paglialunga y Cidoncha han jugado juntos en cuatro ocasiones, Acevedo y José Mari, en tres, Movilla y José Mari (2), Tarsi y Paglialunga (2), Tarsi y Movilla (2), José Mari y Paglialunga (2) y, en una ocasión, han estado juntos Paglialunga y Movilla, José Mari y Cidoncha, Barkero y Cidoncha, en Vitoria hace seis días, y, en el primer partido con Víctor en el banquillo, Arzo y Paglialunga. Restarían las dos veces que Herrera optó por un trivote con Paglialunga, Tarsi y Movilla, ante el Girona y el Córdoba, con sendas victorias pero nulo fútbol.