Cuando peor estaban las cosas, cuando más olía a cadáver el Espanyol, el equipo de Luis Fernández sacó la cabeza para tomar aire en El Sadar. El cuadro catalán aún está vivo, aún depende de sí mismo para seguir en Primera gracias al valioso triunfo de ayer en Pamplona (1-3) que le deja a dos puntos de la salvación. Todo salió de cara para el cuadro de Luis Fernández. La victoria perica y la derrota del Mallorca en Son Moix ponen punto y final a una semana llena de tensión que acaba de la mejor manera posible.

El Espanyol cobró vida en su lucha por evitar el descenso gracias a su definición en la segunda mitad ante un equipo que no supo ratificar su triunfo del Bernabéu y, por tanto, consolidarse en la zona UEFA. El conjunto catalán tomó oxígeno en la Liga y recortó diferencias respecto a sus rivales directos al aprovechar sus dos únicas ocasiones de la segunda parte, en la que Osasuna llegó a empatar el partido al comienzo de este acto después de que el Espanyol se marchara al descanso con ventaja.

AL FILO DEL DESCANSO Tamudo adelantó al Espanyol al filo del descanso tras una primera mitad equilibrada en ocasiones, mientras que Pablo García empató el partido a los 36 segundos de la reanudación, pero Osasuna perdonó tras el segundo disparo al larguero de Pablo García y los catalanes rompieron la racha de ocho partidos sin perder de los rojillos con los goles del exosasunista Alex y de Maxi en las dos únicas oportunidades visitantes del segundo periodo.