El Espanyol empieza a ver la luz tras muchas jornadas de tinieblas, hundido en el pozo de la Liga, ya que tras un trabajado triunfo ante el Valladolid (2-0) ve la salvación mucho más cerca que hace unas semanas, cuando estaba casi desahuciado en el fondo de la tabla. Era difícil invertir por un Espanyol en ruinas, pero el conjunto barcelonés no sólo ha sabido sobreponerse, sino que con un fútbol más que ramplón está sacando el máximo provecho; un gol un extremis en Villarreal la pasada jornada (0-1) y dos arrebatos en dos minutos contra el Valladolid le han devuelto le han vuelto a poner en el mapa.

Pero antes del jolgorio en Montjuic, la parroquia españolista debió asistir a una soporífera primera parte en la que una gran sucedáneo futbolístico se impuso durante los casi 45 minutos, en los que sólo algún pequeño destello vallisoletano alegró el partido.

TAMUDO, DETERMINANTE La salida de Raúl Tamudo en la segunda parte revolucionó por completo el partido. El Espanyol se transformó y en una jugada desgraciada para el Valladolid, en el rechace de Bizarri, el ariete españolista se encontró el balón en la frontal y marcó el primer gol (1-0).

Aturdido por el tanto, el Valladolid realizó un mal marcaje en un saque de esquina dos minutos después (min.59) y tras un lanzamiento de córner de De la Peña, Fredson conectó un preciso cabezazo y marcó el segundo tanto (2-0). En dos minutos, el Espanyol había ventilado el partido, pero volvió al ritmo del primero. El Valladolid, en cambio, no tuvo capacidad de reacción.