Un accidente de tráfico se cobró ayer la vida del ciclista del equipo Paternina-Costa de Almería Jokin Ormaechea y causó heridas graves al corredor del Euskaltel Euskadi Joseba Albizu, que conducía el coche con el que se salieron de la calzada de madrugada en Deba (Guipúzcoa).

Ormaetxea, de 24 años, será enterrado hoy en el cementerio de Azkoitia, su localidad natal, al término del funeral de cuerpo presente que tendrá lugar en la parroquia de Santa María La Real a las siete y media de la tarde. Albizu, de 26 años, que reside en Azpeitia, un municipio próximo a Azkoitia, permanece ingresado en la unidad de cuidados intensivos del Hospital Donostia de San Sebastián con varias fracturas costales y una contusión pulmonar, sin que precise de ventilación asistida. Su pronóstico es grave y, aunque se está a la espera de su evolución en las próximas horas, se encuentra "hemodinámicamente estable" y no se teme por su vida, según explicaron fuentes del centro sanitario.

Ambos fueron evacuados al Hospital Donostia tras el accidente, ocurrido a las 6:40 horas en la carretera nacional N-634, pero Jokin falleció a los pocos minutos del ingreso. El accidente se produjo cuando el Audi A3 en el que viajaban los ciclistas se salió de la calzada y, después de subir por una ladera, volcó. Los dos corredores regresaban a sus domicilios tras haber participado en Deba en la famosa Subida-Bajada al Txitarro, una carrera que celebró el sábado su 20º aniversario, con la que los ciclistas vascos despiden la temporada y que concluye con una fiesta en la discoteca que da el nombre a la prueba.

ESTRENO COMO PROFESIONAL Era la primera vez que el malogrado Ormaetxea, que se estrenó este año como profesional, acudía a esta cita en la que los corredores vascos aprovechan para olvidar rencillas que hayan podido surgir a lo largo de la temporada en defensa de sus respectivos equipos. Jokin Ormaetxea había dado el salto al ciclismo profesional tras obtener 8 victorias en el campo aficionado, todas ellas conseguidas en sus dos últimas temporadas en esta categoría a la que saltó en 1999 con apenas 18 años.

El director técnico del Paternina-Costa de Almería, Miguel Moreno, dijo ayer que el joven corredor "era un hombre lleno de vida y de ilusión, un hombre fabuloso. Jokin era una persona cariñosa, siempre sin problemas y que no podía verte triste. Eso no es común entre los deportistas porque hay mucha presión y cada uno se centra en lo suyo. Pero él siempre estaba alegre. He sentido su brazo por encima de mi hombro en muchas ocasiones. Era tan bueno que a lo mejor Dios ha preferido quitármelo y llevárselo a su equipo", concluyó.