La Carrera Popular Ibercaja por la Integración batió todos los records. 15.300 participantes dieron colorido a las calles de Zaragoza. Fue una serpiente multicolor que invadió el Paseo de Sagasta, el Parque Grande, Fernando el Católico, la Gran Vía y el Paseo de la Constitución.

Tras leer el manifiesto de la integración Teresa Perales, la nadadora paralímpica que logró seis medallas en Atenas, la marabunta que invadía las cercanías del edificio central de Ibercaja salió disparada para afrontar 5.000 metros en una mañana de magnífica temperatura.

Entre los participantes había tres olímpicos: Roberto García, Eliseo Martín y Antonio Jiménez. Para el montisonense era la última prueba antes de pasar por la vicaría el próximo 30 de octubre, mientras que El Penti y Roberto volvían a la faena tras unas merecidas vacaciones.

DESPEDIDA DE EL OLIVAR Algunos quisieron aprovechar la coyuntura para hacerles correr a las figuras. Fue el caso de Alfredo García, del Scorpio, y los atletas de El Olivar Gerónimo Cuervo y Javier Ester, ambos de El Olivar. Esta pareja quería despedir la trayectoria del club aragonés, que desgraciadamente desaparece tras 25 años de gloria.

Estos espontáneos aguantaron hasta que El Penti, Eliseo y Roberto decidieron pisar el acelerador por la Plaza de San Francisco, a 1.500 metros de la llegada situada en la calle San Ignacio de Loyola. Lo mejor fue el final. Demostrando que en esta prueba no hay vencedores, las tres estrellas del atletismo español se cogieron de la mano y entraron juntos. En la carrera femenina pasó algo similar con las aragonesas Isabel Macías y Carmen Félix.

En la prueba hubo pleno en el palco de autoridades. La palma se la llevó Teresa Perales por su simpatía. La nadadora no se cansó de firmar autógrafos a los niños. Entretanto, Luis Pastor, concejal de Deportes, decidió dar ejemplo y corrió con sus hijos. Tras finalizar la prueba subió a la tarima de autoridades y cumplió con el protocolo.

Pero lo mejor de la mañana fue la manifestición del deporte de miles de zaragozanos de todas las edades que se echaron a la calle y que se hiceron dueños del asfalto durante hora y media. Tras la carrera recibieron una mochila y un vale para un sorteo de premios. El broche fue la Gran Fiesta de la Integración.