La afición del Real Zaragoza volvió a dar ayer otra lección de zaragocismo. Más de 10.000 seguidores blanquillos se dieron cita en el Coliseum Alfonso Pérez para animar y disfrutar de la permanencia de su equipo en Primera División. La mayor parte de ellos ataviados con prendas del conjunto aragonés. Se vivió otra fiesta similar a la de la temporada pasada en la última jornada de Liga en el estadio Ciudad de Valencia ante el Levante, pero esta vez en Getafe. Y de nuevo, con final feliz, que era lo importante tras otra campaña cargada de sufrimiento.

Los aficionados zaragocistas tomaron literalmente Getafe desde mediodía. Poco antes de las doce empezaron a llegar los primeros autocares con seguidores del Zaragoza y antes de las tres de la tarde ya estaban todos en la localidad cercana a Madrid. En total una caravana cercana al centenar de autobuses de gente cargada de ilusión por unos colores. Pese al cansancio acumulado por el viaje y al fuerte calor reinante desde la llegada ya no dejaron de escucharse gritos del 'Sí se puede' y de apoyo hacia los pupilos de Manolo Jiménez. Los únicos cánticos en tono de crítica fueron una vez más para Agapito Iglesias, presidente de la entidad zaragocista, que no se libra nunca de las iras de la gente.

Solo una riña

La mayoría de los aficionados zaragocistas acudieron al recinto ferial situado junto a la plaza de toros de Getafe y a unos pocos minutos del Coliseum Alfonso Pérez. Por esa zona comieron, bebieron y pasaron las horas previas al decisivo encuentro frente a los getafenses. Antes, a mitad de camino entre Zaragoza y Madrid, por tierras sorianas, ya había habido una parada para almorzar y muchos aprovecharon para tomarse las primeras cervezas. En el recinto ferial de Getafe, según fuentes policiales, solo se produjo una riña entre seguidores blanquillos, quizás propiciada por el exceso de alcohol ingerido, pero sin mayores consecuencias. El calor también invitaba a beber.

La gente empezó a acudir en oleadas a los aledaños del Coliseum Alfonso Pérez sobre las seis de la tarde. Estaban impacientes por ver a los jugadores de Jiménez. Algunos aficionados que habían viajado sin entrada también aprovecharon para comprar sobre la marcha los abonos que les ofrecieron los socios del Getafe. El autocar del Real Zaragoza fue recibido poco después con fuertes gritos de 'Sí se puede' y con grandes aplausos. Parecía que el partido se iba a disputar en el estadio de La Romareda y no en el Coliseum Alfonso Pérez. Para que nada faltara, unos aficionados zaragocistas exhibieron hasta una gran Virgen del Pilar hecha de cartón. Y no se trajeron hasta Getafe la propia Basílica del Pilar porque no pudieron.

Las gradas del Coliseum se empezaron a llenar mucho antes del comienzo del encuentro. Durante la tensa espera, los seguidores del Zaragoza no pararon de animar y de gritar cada vez con mayor intensidad aquello de 'Sí se puede' y 'Alé, Zaragoza, alé, alé'. El calor era entonces asfixiante, pero nadie dejó de animar. Y al final, pese a Agapito Iglesias, se pudo y el Real Zaragoza continuará otra temporada más en Primera División.