La Comisión de Ética de la FIFA ha considerado que no se produjo "ninguna violación o incumplimiento de las normas y reglamentos correspondientes" en los procesos de candidatura para los Mundiales del 2018 y 2022, concedidos en diciembre del 2010 a Rusia y Catar, respectivamente. El jurista alemán Hans-Joachim Eckert, presidente del órgano de decisión de la Comisión de Ética, lo confirmó ayer en un comunicado en el que da por cerrada la investigación sobre la adjudicación de dichos mundiales tras analizar un informe de 430 páginas que previamente elaboró el órgano de instrucción e investigación.

Sin embargo, Michael García, el exfiscal estadounidense autor del informe, comunicó ayer que tratará de presentar un recurso ante la Comisión de Apelación de la FIFA por el cierre de la investigación. "La decisión del comité contiene numeroso material incorrecto y erróneo de los hechos y conclusiones detallados en el informe", afirma el autor del dossier. Jerome Valcke, secretario general de la FIFA, lamentó que hubiera discrepancias sobre las conclusiones del dictamen de García y de su homólogo Eckert, que presentó el documento exculpatorio de las candidaturas de Rusia y Catar. "Es triste que los dos directores de la Comisión de Ética tengan opiniones diferentes sobre algo tan importante", comentó Valcke.

"La apelación de García convierte este proceso en una broma", afirmó Greg Dyke, presidente de la Federación Inglesa de Fútbol. Se abre así una grave crisis interna en la FIFA. La investigación se inició después de la publicación de informaciones y de las acusaciones dirigidas a miembros de la FIFA sobre posibles casos de corrupción y sobornos en la elección de los países, el 2 de diciembre del 2010 en Zúrich. Aquel día Rusia ganó la organización del Mundial del 2018. Catar necesitó cuatro votaciones.