-¿Tiene muchas ganas de reivindicarse?

-La cuestión es que con la lesión y las dos operaciones la gente se olvidó de mí. Y los que ese verano, antes de operarme, me habían ofrecido contratos, cuando me puse bien ya no se acordaban ni de mi nombre. Es curioso y al mismo tiempo, gracioso. Es un poco ley de vida, la ley de este deporte, que se mueve todo por interés y por dinero.

-¿Lo pasó mal?

-Lo pasé mal, pero tampoco voy a decir que estuve sufriendo o que caí en depresión. Sí es verdad que cuando me tuve que operar por segunda vez fue un bajón, pero al mismo tiempo piensas, con esta operación seguro que me va a quedar bien porque me puse en manos del mejor cirujano. ¿Se me pasó por la cabeza retirarme o jugar a menos nivel? Sí porque con la edad que tengo pues ya no es lo mismo que con 20. Pero soy muy cabezón y dije que una lesión no me iba a retirar y menos ésta, que no era tan grave.

-¿Por qué vuelve en Zaragoza?

-Tuve varias opciones, podía haber elegido, pero cuando me llamó Porfi por teléfono las otras opciones se borraron. Quería volver a jugar para Porfi y, encima, era en Zaragoza, un sitio que ya conozco y en el que me trataron genial. Porfi y Zaragoza era la combinación perfecta. Uno de los mejores entrenadores que he tenido nunca y un club que me trató genial y del que tengo un gran recuerdo. No me lo tuve que pensar mucho.

-¿Es cierto que cambió el chip al marcharse de Zaragoza?

-Sí, eso fue en Valladolid. Hablando con varios entrenadores me dijeron que lo que estaba haciendo estaba bien, era un jugador de rol, de equipo, pero si realmente te quieres ganar la vida con esto y ganar dinero tienes que ser un poco más egoísta y mirar más por ti. Está bien que gane el equipo, pero si tú no haces números y no haces lo que se te pide, estás siempre al mismo nivel. Estuve tres años en Valladolid, uno de ellos con Porfi, y eso me ayudó a tirar para arriba como jugador. Así que creo que ese clic lo hice tarde, pero lo hice, que es lo importante.

-¿Qué hace ahora en la pista que no hacía entonces?

-Asumo más riesgos, siempre con cabeza porque creo que soy un jugador bastante sobrio, pero creo que asumo más riesgos tanto en ataque como en defensa. Y creo que la confianza que tengo me hace ser un jugador importante, no como antes que a lo mejor intentabas agradar a todo el mundo, pasar a todos, coger rebotes, no levantar la voz y así nadie se enfadaba contigo. Pero no hay que ser así, hay que ser más egoísta para tener más presencia en la pista.

-Usted ya conoce a Fisac. ¿Qué clase de entrenador es?

-Es un entrenador muy serio, con las cosas muy claras y que da las mismas oportunidades a todos los jugadores. Da igual que seas el americano, el de Zaragoza o quien seas. Y eso no es lo común porque ya sabemos que siempre hay roles. Con Porfi si no cumples y no das tu máximo, no vas a jugar. Es una de las cosas que más me gustan de él.

-¿Qué baloncesto le gusta?

-Le gusta jugar rápido pero sobre todo, generoso. Le gusta que todo el mundo toque el balón y que éste pase por posiciones interiores, que últimamente no se está jugando tanto así. Da importancia a los pívots, aunque con él el base es el que manda y el que habla en la pista.

-También conoce a Santana y Berhanemeskel de la LEB.

-Con Fabio Santana jugué en Gran Canaria, él era el júnior del equipo. Se ha ganado estar donde está a base de trabajo, es un tío muy disciplinado. Ha jugado muy bien en Oviedo y estoy muy contento de compartir vestuario. A Johnny no le conozco tanto pero sí es verdad que se ve talento anotador. Pero creo que todos están muy bien. Me sorprendió mucho el fichaje de Fran aquí y estoy encantado de coincidir con él.

-Ha cambiado de equipo varias veces pero hay uno al que siempre vuelve, la B-Squad.

-El baloncesto en la calle lo llevo jugando desde los quince años en Barcelona y la B-Squad es mi grupo de colegas de toda la vida, somos veintipico. Además jugamos torneos, sobre todo 3x3, y es lo que nos une, la música, el baloncesto y pasárnoslo bien.

-¿Es una cultura propia?

-Está muy relacionado con la música rap, siempre se dice que el baloncesto es el quinto elemento de la cultura y va un poco todo de la mano. Todo el grupo compartimos esa afición y siempre que nos reunimos hay de por medio o rap o baloncesto o las dos cosas.

-En Zaragoza hay buen rap.

-Ya lo creo. Me gusta mucho Violadores, hemos coincidido en algún concierto y tenemos amigos en común. En Zaragoza hay muchísimo nivel. Te puede gustar más un estilo u otro pero gente que hace rap hay muchísima.

-¿En qué pistas de 3x3 ha jugado?

-En muchísimas de Rusia, Estados Unidos, República Dominicana, España, Francia, Lituania, Rumanía, Hungría…

-¿La gran potencia es EEUU?

-Donde más gente juega es en Estados Unidos, sin duda, pero después creo que está Francia, hay un nivel tremendo y juega mucha gente también. Aunque actualmente el mejor equipo de 3x3 es el serbio pero de calle, con gran diferencia sobre el resto.

-¿Cuál es la mejor pista?

-La más mítica, en la que he jugado, es Rucker Park y está en Nueva York, en Harlem. Es diferente por el ambiente. Jugar en Harlem impresiona, además siempre se juega de tarde noche y lo característico es que está a la salida del metro, al lado de unos edificios muy altos y tanto jugadores como público son de raza negra. Cuando fui era impactante y estar allí era un poco como de dónde ha salido éste. Impresiona un poco pero al final es baloncesto y te lo pasas bien en todas partes. Es muy diferente y allí se juega con una intensidad física a la que en España no estamos acostumbrados, con gente muy atlética, más golpes y más hacia arriba.

-En los últimos tiempos hay más torneos de 3x3.

-Sí, de hecho en España es donde menos eventos se están haciendo. En Eslovenia, Serbia, Rusia, Italia, no paran de hacer eventos 3x3 que suman puntos para el ránking FIBA. En España estamos haciendo las cosas bien pero muy despacio, necesitamos un salto como el de esos países.

-¿Qué haría falta para eso?

-Jugadores hay, lo que necesitamos es en lo que se basa el mundo, dinero. Alguien que apostara por el 3x3 y se pudieran hacer más eventos para que los equipos pudieran jugar cada fin de semana en un sitio. Mi temporada de 3x3 se limita a un mes y medio, máximo dos. Ellos se dedican ocho meses. Ni tengo vacaciones pero me da igual porque me lo paso muy bien.

-¿Lleva más tatuajes que cuando se marchó?

-Unos cuantos más. Todos son por motivos personales, por cosas que han pasado en mi vida y siempre voy añadiendo cosas. Aunque casi me estoy quedando sin hueco… Llevo Barcelona, que es la ciudad donde vivo, mi grupo, a mi padre, una frase de mi rapero preferido, un viaje con mis colegas, mi madre y mi hermana...

-¿De Zaragoza lleva alguno?

-Aquí en el tobillo llevo 2010, el año del ascenso. Ojalá pueda poner algo más, una Copa del Rey o algo bonito.