Gregorio Manzano dejó fuera de la Copa al Deportivo de La Coruña por segundo año consecutivo (la pasada temporada con el Mallorca), gracias al empate a un gol que cosechó su equipo, el Atlético de Madrid, en Riazor y al empate sin goles de la ida en el Calderón.

La primera parte fue un calco de lo visto hace siete días en Madrid. Deportivo y Atlético estuvieron más pendientes de mantener su portería a cero que de crear ocasiones en ataque. Y aunque el Atlético comenzó más animado, poco a poco el choque se fue diluyendo y todo parecía abocado a la prórroga. La velocidad se convirtió en imprecisión y ninguno parecía querer hacerse dueño del choque. Conscientes de que un único tanto les daba el pase a cuartos, nadie quería cometer un error en defensa que le pudiera costar la eliminatoria. Fruto de estas excesivas precauciones, el ritmo de juego fue decayendo.

MEJORIA El duelo mejoró tras el descanso, sobre todo con el gol, en el ecuador de la segunda mitad, de Paunovic, que ponía la eliminatoria muy cuesta arriba para los locales. Fue entonces cuando el técnico deportivista, Javier Irureta, dio entrada a Diego Tristán. El delantero sevillano, consiguió el empate a falta de cuatro minutos para el final del encuentro en Riazor.

El equipo entrenado por Javier Irureta volvía a tener opciones y los cinco minutos de alargue le dio alas al rival del Real Zaragoza este domingo en la Liga. No obstante fue incapaz de volver a batir a Juanma y se cayó de la Copa.