Antoine Griezmann ha comunicado al Atlético de Madrid que se va. Tomó una decisión hace un año y ahora ha cambiado de rumbo. Tomó la decisión de quedarse en el Metropolitano, pero ahora, tras una temporada irregular, llena de problemas, el delantero francés ha decidido abandonar el club rojiblanco. El Barça le espera con los brazos abiertos porque su cláusula de rescisión baja a partir del 1 de julio de 200 millones de euros a 120 millones. El jugador no ha comunicado aún a su club a dónde irá.

El próximo sábado, y ante el Levante, Griezmann, jugará su último partido con la camiseta del Atlético. Anoche, tras una reunión, promovida por el propio club, se llegó a esa conclusión. Quería saber Miguel Ángel Marín, el máximo responsable directivo, y Diego Pablo Simeone, el técnico, las intenciones de la estrella francesa. Querían escuchar a Griezmann lo antes posible porque debe el Atlético reconstruir el proyecto dado que se le marchan las piezas más importantes. Y el francés es, por supuesto, la que más. El Barça, entretanto, guarda silencio a la espera de que todas las piezas vayan encajando antes de anunciar el fichaje del delantero, al que ya quería hace un año.

Entonces, y convencido por sus compañeros, especialmente Godín, quien ahora se va al Inter, y por Simeone, Griezmann decidió continuar una temporada más. Pero no ha salido como él pretendía porque, además, ha roto el equilibrio del vestuario debido a su salario de estrella mundial. Ahora, llegado a este punto, el delantero cree que es necesario abandonar el Metropolitano amparado en el deseo de encontrar nuevos alicientes en su carrera, uniéndose al Barça, un equipo que le da un proyecto ganador con Messi y Suárez.

De hecho, los compañeros del jugador, según informó el pasado domingo la cadena SER, ya estaban al corriente de su voluntad de irse. Por eso, el Atlético le instó a una reunión lo antes posible para que no se dilatara más el proceso, teniendo así la capacidad de actuar en el mercado. Dybala, la estrella de la Juventus, que ha perdido peso en Turín, y Cavani, el delantero centro del Paris SG, son los dos grandes candidatos que maneja Simeone para rellenar el inmenso hueco que dejará Griezmann en el ataque del Atlético, teniendo en cuenta además que Diego Costa no ha rendido como se esperaba y su actitud dentro del campo le ha hecho perder enteros.

En el Barça, la llegada de Griezman provocaría un efecto inmediato, la salida de Coutinho, un jugador que no ha rendido como se esperaba de sus participación a pesar de ser el fichaje más caro en la historia del club azulgrana.