El waterpolo zaragozano de élite está tocado, casi hundido. A cada hora que pasa la desaparición del Pla-Za Olivar de la A-1 está más cercana. La decisión del club de Miralbueno de apartarse de la gestión y la conclusión ayer de los contratos firmados con la plantilla y el entrenador Emilio Bautista provocan que el proyecto que durante tres temporadas ha militado en la élite del waterpolo nacional se encuentre en serio peligro de extinción. Sólo la entrada de una nueva dirección rescataría al Pla-Za de la zozobra. Si no ocurre así, se consumará un descenso de dos categorías.

El Olivar ya había manifestado hace un año que no estaba en disposición de seguir en cabeza de un proyecto profesional. "Lo anuncié hace un año y parece que nadie se acuerda ahora. Estamos en un plan de salvación de El Olivar y es imcompatible con un equipo de A-1", dijo ayer Manuel Hernández, presidente de El Olivar. La creación en paralelo con Helios de la entidad Waterpolo Zaragoza fue un primer paso para buscar una alternativa intermedia. Una idea fallida. El club heliófilo ha decidido organizar de forma independiente su conjunto en Primera.

Economía asegurada

Con el patrocinio de Pla-Za asegurado y la subvención del ayuntamiento y Gobierno de Aragón apalabrada, sólo es necesaria la involucración de una nueva directiva. En un principio se habían mantenido contactos con un grupo de empresarios interesados, que finalmente no fructificaron. "Dejamos el club sin deudas y con ingresos asegurados. Además, si alguien llega, le cederíamos gratuitamente una oficina, las instalaciones deportivas e incluso una aportación económica como segundo patrocinador. Quien venga sólo tendrá que ponerse al frente de la organización", afirmó Hernández, que mantiene conversaciones con la Federación Aragonesa de Natación para buscar una salida.

En medio de todo queda una plantilla y un servicio técnico que la pasada temporada logró entrar en la Copa del Rey y el playoff . "La situación es complicada. Los jugadores han rechazado ofertas, lo que denota la confianza que han tenido en El Olivar. Pero si no hay una solución tendrán que buscar una salida", manifestó Emilio Bautista. "En quince días comunicaremos nuestra decisión a la federación española. En ese periodo tiene que aparecer alguien". El tiempo se agota y el Olivar no encuentra su salvavidas para sobrevivir.