El fútbol sala es un deporte de equipo. Es decir, de compañerismo, buen ambiente, amistad, de horas y horas juntos en la pista y, sobre todo, fuera de ella. Se crea una especie de camaradería que ahora tiene el filtro de una pantalla, porque no queda otro remedio. Y por si fuera poco, es un deporte con altísimas dosis de esfuerzo físico, de intensidad y muy explosivo. La preparación física juega un papel preponderante y ahora, con todos confinados en sus casas por el coronavirus, se hace lo que se puede para mantener la forma.

En el Fútbol Emotion Zaragoza, como en el resto de equipos, están en compás de espera para saber qué va a suceder con la competición. Mientras tanto, trabajan su forma física, que es todo un quebradero de cabeza para Héctor Gadea, su preparador físico, que ha tenido que estudiar cada caso para plantear un entrenamiento acorde a las necesidades. «Me puse en contacto con los jugadores para ver de qué material disponen y el espacio que tienen en casa y a cada uno le he mandado un planning en el que tienen libre el domingo», cuenta. Al principio se podía salir a la calle a correr, pero está descartado por el estado de alarma, y ahora cada día se alterna un trabajo específico de fuerza y otro de cardio y es sencillo siempre y cuando se tenga material deportivo y de gimnasio, pero no todos poseen pesas, gomas o una bicicleta estática o elíptica. Por ejemplo, Carlos Retamar tiene que improvisar un poco.

El cierre madrileño relata que trabaja «con cajas de agua, toallas que hacen de gomas o sillas para hacer equilibrios». Cosas que todos tienen en casa. Con el cardio es más complicado, así que Gadea les pasa vídeos de body pump, zumba o similares, que se ponen en la televisión. Óscar Villanueva reconoce que le «cuesta mucho» estarse quieto y a lo largo de estos años ha ido adquiriendo material deportivo para trabajar en casa, por lo que para él es más fácil el trabajo físico. Ahora bien, lo que no lleva tan bien es no poder salir: «Estoy a ver si me engancho a una serie y entre algunos compañeros hemos decidido empezar un Football Manager a ver si haciendo una Liga todos juntos podemos matar el tiempo y a la vez que nos sirva para hablar". El zaragozano, además, ha tenido que adaptar también sus estudios de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte al estar en casa: «Nos han hecho descargar un programa y hacemos videoconferencia. Muestran en la pantalla las diapositivas, van explicando y si tienes dudas preguntas con el micro del ordenador. Está siendo cómodo», asegura Óscar.

Por su parte, Retamar, aparte de hacer ejercicio físico con lo que tiene a mano, también pasa las horas como puede. «Se lleva de la mejor manera posible, porque además lo vivimos, como todo el país, con preocupación y con ganas de que esto pase, pero estamos concienciados. Mi mujer está en casa teletrabajando e intentamos llevar una vida normal. Me gusta mucho ver series y películas, pero todo, después de tantos días, te va a aburriendo. Ahora llamo más a la gente, juego a la Play, un poquito de cocina también hago, porque ahora tenemos más tiempo. Son muchas horas y necesitamos estar con la mente ocupada», resalta.

Además, otro problema añadido es que estas son soluciones de urgencia y que, por supuesto, no es lo mismo que ejercitarse en un gimnasio o una pista de parquet. Por ello, el preparador físico del equipo aragonés muestra su preocupación: «A ver cuánto tiempo nos dan para volver a los entrenamientos y preparar el siguiente partido. Hagan lo que hagan, va a ser muy difícil, porque será muy complicado volver al ritmo de sesiones y partidos de antes y es muy probable que haya lesiones a nivel muscular», asegura Héctor Gadea.