No sólo el Zaragoza preguntó por el Kily en los últimos días, también el Espanyol reactivó su interés, pensando que la marcha del presidente Moratti abriría alguna esperanza, pero el Inter no está aún por la labor de ceder al jugador, sobre todo por una cuestión de principios, ya que lo fichó el pasado verano. Así, la incorporación del futbolista al Zaragoza se antoja casi imposible. Y es que, en el caso de que el Inter cediera, sólo accedería si el club de destino se hiciese cargo de la mitad de la ficha, 1,5 millones de euros. Una cifra casi atronómica para el Zaragoza.