Lucas Alcaraz se encuentra en una especie de interinidad porque así lo imponen los números del entrenador, que apenas ha logrado sumar cinco puntos de los 21 puestos en juego en los siete partidos que ha dirigido desde que llegó a tierras aragonesas para sustituir a Imanol Idiakez. El bagaje es paupérrimo. Solo dos equipos -Reus y Nástic- lo han hecho peor en este tramo liguero, sumando un solo punto menos que los de Alcaraz, cuya actual media de puntos otorgaría al Zaragoza otros 17 de aquí a final de temporada, es decir, descenso a Segunda B más que garantizado. El Cádiz, con pleno de puntos (21) en esta etapa, ha sumado 16 más que el cuadro blanquillo desde que Alcaraz está al mando.

Los números pregonan la involución del Zaragoza de la mano del granadino. Cuando tomó las riendas del equipo, este se encontraba en la zona media de la tabla clasificatoria, a cuatro puntos del sexto clasificado y dos por encima del descenso. Ahora, el Zaragoza está el 19º, en puesto de caída a Segunda B a un punto de la salvación, y a 13 puntos de la promoción de ascenso, es decir, más del triple que cuando llegó, tras haber cosechado un solo triunfo, dos empates y cuatro derrotas.

El registro es aterrador, especialmente, en casa, donde Alcaraz no solo no conoce la victoria tras haber sumado dos empates y otras tantas derrotas, sino que el equipo no ha sido capaz de anotar un solo tanto en tres de los cuatro encuentros disputados en La Romareda. Tan solo frente al Mallorca (2-2), el Zaragoza encontró el camino hacia el marco contrario. Frente a Granada (0-2), Cádiz (0-1) y Córdoba (0-0) se quedó a cero. Esa sequía ha sido especialmente pertinaz en los últimos cuatro encuentros disputados, en los que el Zaragoza apenas ha disparado entre los tres palos.

En total, el conjunto de Alcaraz ha conseguido cinco goles y ha recibido diez en los siete partidos dirigidos por el entrenador, que no ha sido capaz de levantar el ánimo de una escuadra decaída y que sigue protagonizando la peor temporada de la historia del club aragonés en Segunda División. Desde su llegada, la caída es aún más pronunciada. De cabeza a Segunda División B.