El Huesca ultima la planificación de su plantilla apenas diez días antes de su estreno en la Liga contra el Eibar. A falta de la confirmación oficial del club oscense, el delantero Saman Ghoddos se convertirá en las próximas horas en nuevo jugador azulgrana. Con este fichaje, y el de Serdar Gürler, Leo Franco ya tiene a los dos atacantes que necesitaba para su proyecto.

El internacional iraní llegará a Huesca del Östersunds de la Liga sueca, donde la temporada pasada disputó 31 partidos en los que marcó 14 goles y repartió cuatro asistencias. Estos números le colocaron como uno de los mejores jugadores de la competición liguera, la Allsvenskan. Su buen año en el conjunto nórdico no pasó desapercibido para entidades de las principales ligas europeas. Clubs como el Crystal Palace, el West Ham, ambos de Inglaterra, o incluso el Celta de Vigo, se fijaron en las habilidades del jugador, de 24 años.

Sus buenas actuaciones a lo largo de la campaña le permitieron colarse en la lista de los 23 seleccionados por Carlos Queiroz, el seleccionador iraní, para el Mundial de Rusia. El cuadro dirigido por el exentrenador del Real Madrid dio la sorpresa en el torneo al ser uno de los mejores equipos defensivos, lo que le permitió rozar la clasificación para los octavos de final.

Con este fichaje, y el anterior del turco Gürler, el Huesca finaliza la búsqueda de los dos atacantes que complementarán a Ferreiro y Gallar. Ahora el siguiente objetivo es conseguir otro portero que aporte competitividad a Werner y Santamaría bajo los tres palos y un centrocampista para poner orden y repartir juego en la medular. Mikel Rico es el gran deseo oscense en esa posición, pero su llegada no será sencilla.