Jesús Manzano comprometió ayer seriamente al conjunto Kelme en su declaración sorpresa ante responsables del Consejo Superior de Deportes (CSD). El excorredor presentó ante una comisión de investigación presidida por Guillermo Jiménez, presidente de la Comisión Nacional Antidopaje, una lista de nombres de su antigua formación, en lo que catalogó como una supuesta red de dopaje organizado en el equipo alicantino, que esta temporada patrocina la Generalitat valenciana.

El antiguo gregario del Kelme confirmó la semana pasada en una serie de capítulos por entregas que publicó el diario As que se había dopado regularmente durante los tres años en los que fue profesional. Manzano, con todo detalle, ofreció una lista de métodos y productos prohibidos que han causado una tremenda conmoción en el mundo del ciclismo español e internacional.

A raíz de estos datos, el CSD decidió abrir una investigación y ayer por la mañana requirió la presencia del corredor. Manzano declaró ante Jiménez, en presencia de altos ejecutivos del CSD: Angel Luis López de la Fuente, subdirector de alta competición; José Luis Aguado, subdirector de cooperación deportiva; Cecilia Rodríguez, directora del centro de alto rendimiento de Madrid; Francisco Rodríguez, director del laboratorio antidopaje, y Fernando Gutiérrez, director del centro de medicina deportiva.

LOS MEDICOS DEL EQUIPO El excorredor se comprometió a colaborar con el Consejo Superior de Deportes. El siguiente paso de la comisión que le interrogó, según pudo saber este diario, será llamar a declarar al director del Kelme, Vicente Belda, para que ofrezca su versión sobre las graves acusaciones vertidas por Manzano. A continuación, el CSD también tiene la intención de escuchar la opinión de los diversos médicos que estos últimos años han colaborado con la formación valenciana: Eufemiano y Yolanda Fuente, Alfredo Cordova y el especialista peruano Walter Viru, afincado en la capital levantina, y que fue el responsable del equipo en esta materia durante el 2003. Ese mismo año fue despedido fulminantemente, a consecuencia del positivo con EPO que dio Javier Pascual Llorente, en el pasado Tour de Francia, por el que todavía cumple sanción.

ATLETISMO Y FUTBOL Lo más sorprendente de la declaración efectuada ayer por el excorredor se originó cuando involucró en su trama de dopaje a "mánagers y médicos de al menos dos disciplinas deportivas al margen del ciclismo", según afirmó a este diario una persona asistente al interrogatorio. Se trataría de un mánager de atletismo y de alguna persona importante vinculada al fútbol profesional.

Con esta última declaración tomaría cuerpo la fama, denunciada por diversos ciclistas profesionales, de que Manzano, al margen de doparse, podía haber ofrecido medicación tanto a compañeros de profesión como a deportistas de otras disciplinas que apuestan por el dopaje. "Siempre viajaba con un maletín encima, que nos asustaba por su contenido. En más de una ocasión habíamos alertado a otros para que lo supieran", ha indicado a este diario un ciclista del Kelme, después de producirse las confesiones de Manzano a la prensa.

Manzano, al margen de las graves acusaciones de dopaje, mantiene abierto un contencioso con el conjunto Kelme, al que acusa de despido improcedente (el equipo le echó tras un incidente sexual en la habitación de su hotel), a la vez que le exige la ficha correspondiente al 2004, cercana a los 60.000 euros (10 millones de pesetas). El excorredor también pelea por lograr algún tipo de invalidez, ya que alega que un tratamiento por cortisona le dañó una rodilla en la pasada Vuelta y le impide continuar ejerciendo la profesión de ciclista.