El alemán John Degenkolb, el gigante del Shimano, firmó cerca de la Torre de Hércules de La Coruña su póker de victorias en la Vuelta 2014 y se quedó a una de la manita del 2012, en una jornada de transición en la que Alberto Contador mantuvo el jersey rojo. El descanso le sentó de maravilla a Degenkolb, quien cumplió con el pronóstico con una fuerza hercúlea en el Paseo Marítimo coruñés, donde alzó los brazos por cuarta vez. Un póker para concluir la decimoséptima etapa que cubrió 190 kilómetros desde Ortigueira. Esta vez batió al australiano Michael Matthews (Orica) y al suizo Fabian Cancellara (Trek).

La de ayer se trataba de la última oportunidad para los velocistas en una edición que entra en las jornadas decisivas por tierras gallegas, como la de hoy con final en Monte Castrove-Meis. El alemán se dedicó a lo suyo, a ganar, y los favoritos a salvar el día sin percances, lo que lograron.

Contador vive tranquilo con su minuto y medio largo de ventaja sobre Valverde y Froome, pero algo más intranquilo con otras cosas, como su supuesta mala relación con Valverde y Purito. "Me da la risa cuando dicen que me llevo mal con Valverde y Purito. La relación es estupenda. Tal vez allí quieren desestabilizar al equipo español ante el Mundial", dijo el pinteño.