--El Celta se juega mucho en este partido ante el Zaragoza.--No cabe la menor duda. Es una final y ganar es la última bala que nos queda. No es un tópico decir que es un partido muy importante, porque si no ganamos los rivales directos se nos irán demasiado. Esperemos que nos salga bien.

--¿Cómo es posible que un equipo que acabó cuarto la Liga pasada, que ha estado en Champions, se encuentre en una situación tan delicada, mirando tan de cerca el descenso?--Hay muchos factores. Si estás ahí es por méritos propios, eso está claro, pero han influido varias cosas. Jugar la Liga de Campeones ha sido un privilegio, pero el estar en tres competiciones nos ha hecho mucho daño y las lesiones nos han llegado todas juntas. Además, te metes en una situación delicada de la que después es tremendamente complicado salir.

--Usted ya comprobó lo difícil que es en el Zaragoza en el año del descenso.--No creo que se puedan equiparar las dos historias, aunque se parecen en eso, en la dificultad de escapar de abajo. Es que cuando estás en una buena situación todo te viene de cara y en los malos momentos las circunstancias se te dan todas en contra.

--Es cierto que no están teniendo suerte. Lesiones, arbitrajes, circunstancias extradeportivas...--Parece que nos ha mirado un tuerto, porque esta temporada nos ha salido todo mal. Si no hemos podido tener la plantilla completa en todo el año... La distancia para la salvación no es excesiva, pero claro que estamos nerviosos, sobre todo porque vemos que la suerte no está para nada de nuestro lado.

--Ya sólo les faltaba que les acusaran de intento de soborno en el último partido, ante el Racing.--Nos hemos enterado por los periódicos, pero la historia es muy chocante y la hemos tomado a cachondeo. Es la mejor forma de tomárselo. Si hemos comprado a un jugador y empatamos... Necesitaremos comprar a siete para ganar.

--¿Cómo ve al Zaragoza?--En muy buen momento, sin duda, porque han cogido confianza, moral y se les ve más unidos que nunca. El equipo estaba hecho para situarse más arriba de lo que se encontraba, porque el Zaragoza tiene un buen bloque, con mucha calidad individual. Por eso, el partido va a ser muy difícil y espero que los tres puntos se queden aquí, aunque aun sin ellos el Zaragoza no va a acabar en los puestos de abajo, ni mucho menos.

--¿Dónde ve las claves de esa mejoría del rival?--Hay jugadores que han cogido confianza y se han hecho importantes. Además, el Zaragoza se ha reforzado en invierno y eso ha sido vital para que saliera de abajo.

--Y para que ganara la Copa.--Me hizo mucha ilusión que la ganaran, porque tengo muchos amigos ahí todavía y siempre me alegro de que las cosas les vaya bien. Además, aquí en el vestuario del Celta estamos varios exzaragocistas y lo comentamos con alegría.

--¿Se imagina vivir otro descenso tras el que pasó en el Zaragoza?--Nuestro convencimiento es que vamos a salir, pero somos concientes de que la situación es difícil y que no va a ser sencillo lograrlo. Por ello, ahora mismo no pasa por mi cabeza otro descenso en mi carrera. Hay que luchar y mantengo esa esperanza.

--Si sucede le llegaría en el mismo año que debutó en la Liga de Campeones. Menuda paradoja...--Lo bueno se disfruta poco tiempo en el fútbol, está claro.