Las lesiones que se produjo Juanito Oiarzabal el pasado julio cuando coronó el K-2, la segunda montaña de la Tierra con 8.611 metros, han sufrido un retroceso. El himalayista se quedó practicamente sin los dedos de ambos pies en una operación a la que fue sometido en la MAZ de Zaragoza en el pasado 10 de octubre. Pese a que su pie derecho evoluciona de manera correcta, el pie izquierdo deberá pasar de nuevo por la sala de operaciones a mediados del mes de diciembre puesto que ha perdido el injerto en el dedo gordo.

La visita que realizó en la mañana de ayer a la consulta del doctor Andreu en Zaragoza no le dejó contento. "Hace dos semanas perdí el injerto del dedo gordo del pie izquierdo, llevo el hueso en carne viva y para recubrir ese miembro me tendrán que intervenir de nuevo", dijo el montañero. "En dos semanas pasaré por el quirófano. Me quitarán piel de la ingle y pondrán un parche en la parte afectada", explicó.

Oiarzabal reconocía que no se había "cuidado lo suficiente. Estoy de un lado a otro dando conferencias y eso se ha notado. Con el injerto la recuperación será más rápida. Sin embargo, el pie derecho no me da ninguna molestia". Oiarzabal pasa por Zaragoza una vez a la semana, donde el quiropráctico le hace la cura de sus pies. "En Vitoria tengo un fisioterapeuta en el Centro de Medicina de Mendizorroza que me mueve los tobillos y los empeines para que no se duerman. No hago una rehabilitación específica puesto que no tengo dedos en los pies".

PROYECTOS El vasco es consciente que le queda mucho trecho para volver al Himalaya. "Me va a costar mucho volver a hacer actividad normal. Tengo una propuesta para ir con los militares de Jaca esta primavera al Pilar Oeste del Makalu con el programa de Al Filo de lo Imposible como asesor", explicó.

De cara a acudir al Nanga Parbat en verano apuntó: "Tendría que estar en buenas condiciones para ir, puesto que no quiero acudir a pasar el rato. Si no puedo subir a la cumbre, me quedo en casa", confesó. "He estado a punto de tirar la toalla. Hoy el doctor Andreu me ha subido la moral y me ha dicho que haga más reposo", concluyó.

El doctor Angel Andreu indicaba que "superará sus lesiones tras un año desde la primera intervención. Tendrá complicado subir al Nanga Parbat, pero conociéndole, si se empeña, irá", decía el médico.