Los jugadores del Bilbao Basket iniciarán este lunes una huelga indefinida, durante la que ni entrenarán ni jugarán partidos, si no se solucionan los problemas económicos que sufre el club y empiezan a pagarles las cantidades económicas que les adeudan. "No podemos más", ha dicho Roger Grimau este sábado durante la rueda de prensa que la plantilla ha realizado a iniciativa propia en Miribilla para anunciar las medidas que iba a tomar ante la situación de impagos que viven en las dos últimas temporadas.

En esa comparecencia, el capitán de los todavía 'hombres de negro', Álex Mumbrú, ha adelantado que este domingo jugarán ante el Madrid en el Bilbao Arena, porque no hacerlo "sería injusto" con la afición, pero que después iniciarán el paro indefinido. "Vamos dejarnos la piel otra vez y el lunes vamos a solicitar formalmente la huelga", ha dicho.

Mumbrú ha estado acompañado en la mesa por el bloque de veteranos del equipo, Grimau, Raúl López, Germán Gabriel y Áxel Hervelle, que han dejado claro que van "todos juntos" y que las medidas son de todo el colectivo "en conjunto", sin posturas "individuales". Rodeándoles, de pie, estaban todos los jugadores de la plantilla. También el entrenador, Rafa Pueyo, el resto del cuerpo técnico y diferentes empleados del club. Y José Cobelo, hombre de confianza de Gorka Arrinda, todavía máximo accionista del club, en el ámbito deportivo de la entidad.

Sin patrocinador

Mumbrú, que ha leído un pequeño comunicado antes de atender a las preguntas de los periodistas, ha explicado que su postura "no va dirigida a nadie en particular", sino a "defender" sus "derechos" y a sus "familias". La decisión de los jugadores del Bilbao Basket ha llegado después de que el Grupo IMQ (Igualatorio Médico Quirúrgico) anunciase el viernes que daba "definitivamente por rotas las conversaciones con Bilbao Basket para convertirse en patrocinador nominal del club".

La plantilla del equipo vasco esperaba que la entrada de ese nuevo patrocinador supusiese el fin de una situación en cuyo devenir los jugadores se han "sentido manipulados". "Se nos han prometido cosas que nunca han pasado y todos tenemos la sensación de que no vamos a ver un euro más hasta final de temporada", ha asegurado Grimau.

Por la afición

"No estamos contra los nuevos gestores, que llevan dos semanas", ha dicho también Hervelle, en referencia al grupo inversor liderado por el empresario Enrique 'Curro' Guzmán, que tenía previsto hacerse próximamente con el control de la gestión de la entidad y la semana pasada había anunciado el patrocinio del IMQ hasta el 2018. "Ha habido muchas palabras y cada vez que había un atisbo de esperanza llegábamos al día siguiente entrenamiento con una sonrisa diría que era estúpida", ha recordado Grimau.

"A principios de temporada cada uno negoció su contrato, como pudo. Se nos presentó un plan de pago, me imagino que con intención de cumplirlo, pero sin opción para los jugadores. Ha habido algún pago, pero poco. No llega a una mensualidad", ha apuntado Mumbrú, que ha asegurado que ha sido "el músculo de Miribilla --la afición--" lo que les ha hecho aguantar tanto tiempo esta situación. Grimau ha mostrado su convencimiento de que en Bilbao es viable un proyecto de baloncesto profesional porque "hay pocos sitios en la liga a donde vayan 9.000 personas cada partido".