Un gol, un siete metros transformado por el ex del Huesca Álvaro Ruiz, y un travesaño, en el que estrelló el balón Carlos Molina en el último ataque del encuentro, dejaron al Balonmano Huesca a un solo paso de la gloria, a escasos centímetros de clasificarse para la gran final de la Copa del Rey, en la que estará el Granollers, cuarenta años después de su último título en el torneo. La semifinal resultó igualadísima, con escasas ventajas, con el Huesca dominando las más de las veces aunque con mínimas rentas. Los oscenses acariciaron el broche de oro a una temporada que ya está siendo redonda pero finalmente la gloria fue para los vallesanos, que hoy pelearán contra el máximo favorito, el Barcelona, a las 19.15 horas.

La aportación de Álvaro Ruiz resultó clave. El central del conjunto catalán dirigió a su equipo con eficacia y fue determinante con 7 goles, 2 de ellos de penalti en los 3 últimos minutos, mientras que el equipo oscense murió en un lanzamiento de Molina al larguero saliendo como portero-jugador en la última jugada. El Huesca tomó el mando del partido al inicio y con los lanzamientos de Novelle, Marcelo y Cuartero, logró liderar el marcador, aunque con ventajas escasas (4-7, m.10).

El equipo catalán nunca le perdió la cara al partido y consiguió igualar a 9 tantos en una fase del partido en la que aparecieron los nervios en ambas formaciones. El Granollers incluso se puso por delante en una ocasión en la primera parte (11-10, m.25) con los 5 goles de Salinas, 4 de ellos de penalti, pero el conjunto aragonés retomó el control del choque al descanso con Cuartero como máximo exponente goleador, a pesar de que falló un lanzamiento de 7 metros (12-13).

Más equilibrada si cabe fue la segunda parte. Hubo varias igualadas y alternativas en el marcador, con defensas duras y nervios en ataque, y dos porteros acertados: Schulz y Corrales. Se entró en los últimos 5 minutos con empate a 24 goles y la suerte pudo sonreír a cualquiera. Ambos se merecieron entrar en la final, pero la actuación de Álvaro Ruiz resultó determinante y el Granollers, que había ganado al Huesca los dos partidos de Liga, se metió en la final, donde se medirá al Barcelona.

El Balonmano Huesca tuvo ante sí la oportunidad de seguir haciendo historia. Compitió ante un rival que ha peleado por el segundo puesto toda la temporada y que ya le había superado en la competición regular y fueron tan solo los detalles los que decidieron un duelo igualado y competido hasta el último suspiro, al contrario que la otra semifinal. El equipo de José Nolasco ha disputado las dos fases finales que organiza la Asobal, tanto la Copa Asobal el pasado mes de diciembre, como ahora esta Copa del Rey con un nuevo formato que incluye a todos los equipos de la máxima categoría y también a los de División de Honor Plata. Además, el Balonmano Huesca ha certificado ya su puesto para competir en Europa la próxima temporada, otro hito en su brillante trayectoria.