Raul Martínez es un todoterreno del alpinismo. El zaragozano, de 34 años, domina la escalada de grandes paredes, la escalada deportiva, el montañismo y el esquí de montaña. No destaca en nada, pero tiene un buen nivel medio. "No soy bueno en nada, pero toco todas las teclas", afirma el aragonés.

Este profesor de Educación Física del Instituto Salesianos de Monzón ha llevado una progresión ascendente en el mundo del montañismo. Se inició haciendo senderismo a los 14 años. "Recuerdo mi primer pico de 3.000 metros. Fue el Posets por la vía de Eriste", afirma el montañero. Creció conquistando montañas de los Pirineos, los Andes, Marruecos y el Tien Shan. "He hecho vías de hielo en el Ben Nevis, en Escocia; he conquistado en los Alpes el Cervino, el Mont Maudit y el Mont Blanc, y en el Atlas he subido el Toubkal". Hace dos años se quedó a pocos metros de la cima del Shipilov Peak, una montaña del Tien Shan de 6.201 metros. El año pasado subió el Urus Central, Vallunarraju y Copa Norte, en los Andes.

Su sueño es subir en un futuro próximo uno de los catorce ochomiles . "Lo que más me gusta es la alta montaña buscando una dificultad media". Este verano intentará superar otro peldaño de dificultad con el intento del Korgenevskaya y el Pico Comunismo, también denominado Somoni, en la cadena del Pamir junto a la popular Chus Lago y el georgiano Merab Khabazi, alpinista con el que la gallega suele hacer la mayoría de sus expediciones. Ambos fueron juntos al Everest en el 99 por la arista noroeste y Lago fue la primera española que alcanzó la cima sin oxígeno.

La dificultad

Martínez afirma que "me han comentado que el Comunismo tiene más dificultad que un ochomil fácil. Si respondo a 7.500 metros, en uno o dos años intentaré un ochomil. Es posible que fuera con Carlos Pauner", explica el montañero zaragozano.

Martínez es un hombre inquieto. Este alpinista que pertenece a Peña Guara y Boscos de Monzón se ha sacado el título de instructor de alpinismo, "el más importante que da la Federación Aragonesa y formo parte de la Escuela Aragonesa y de la Escuela Catalana de Montaña". También ha escrito libros y ha sido colaborador en el trabajo del refugio de Angel Orús.

Chus Lago quiere cerrar su proyecto del Leopardo de las nieves , las cinco cimas más altas de la antigua Rusia. Ya ha conquistado el Pobeda, el Khan Tengri y el Pico Lenin. "Le faltan el Comunismo y el Korzhenesvskaya. La conocimos hace dos años en nuestra expedición al Shipilov Peak y ella intentaba hacer el Pobeda. Entablamos muy buena relación", dice Raúl Martínez.

El viaje hasta el Pamir le cuesta a Martínez 3.000 euros que "lo desembolso de mi bolsillo. El permiso es muy barato en comparación con el Himalaya. Cuesta para los dos picos 300 euros". Este permiso se lo gestiona una agencia de Kirguizistán (Tour Asia), que le organiza todos los trámites hasta los campamentos de altura.

Esta cordillera está situada en el Pamir Altai y se prolonga por el oriente con el Karakorum. Estuvo inexplorada hasta que fue descubierto en 1871 el Pico Lenin por el geógrafo Alexei Fedchenko.

El 17 o 18 de julio viajará Martínez junto a Lago desde Madrid hasta Bishkek, la capital de Kirguizistán. Después irán por carretera o avioneta a Osh y allí cogerán un helicóptero hasta el campo base, que está en Tadjikistán. "Es posible que aclimatemos en Osh y en el campamento base, a 4.400 metros, haciendo escapadas en dientes de sierra"

Rápido ataque

El objetivo es subir rápidamente el Korzhevskaya por la cara sur (7.135 metros). "No tiene grandes dificultades técnicas y montaremos alguna cuerda fija. La arista cimera es muy venteada".

En cuanto al Pico Comunismo, también llamado Somoni, tiene 7.495 metros, es el techo de la cadena y lo intentarán subir por el norte. "Es más difícil técnicamente que el Korgenevskaya. Se montan cinco campamentos de altura. Los tres últimos están por encima de los 6.000 metros. Tras el Campamento II se baja a un glaciar de 11 kilómetros y se vuelve a subir al Campamento IV a 6.400 metros". El último campamento se monta en la cota 6.900, desde donde se ataca la cima. En la arista final el aire es importante.

La vuelta la van a apurar los montañeros hasta finales del mes de julio. "Estaremos 40 días en total y es muy probable que cojamos el último vuelo del helicóptero, el 28 de julio hacia Osh", concluye Martínez.