Italia no pasará por alto el ridículo de su selección. No cerrará los ojos ante los graves errores cometidos por su seleccionador. El fracaso en la Eurocopa, el segundo consecutivo tras caer contra Corea del Sur en los octavos de final del Mundial-2002, se cobrará una víctima: Giovanni Trapattoni. Franco Carraro, presidente de la Federación Italiana de Fútbol, anunciará pronto que no renovará el contrato del viejo Trap , que finaliza el 30 de junio, y que su sucesor será el exentrenador de la Juventus Marcello Lippi. El será el encargado de renovar la selección y de clasificarla para el Mundial-2006 de Alemania.

Lippi, de 56 años, anunció el pasado 29 de abril su marcha de la vecchia signora en una rueda de prensa en la que aseguró que no quería entrenar a ningún otro club en el futuro. El técnico, que ayer estaba de vacaciones en su casa de Viareggio, expresó entonces su deseo de dirigir sólo a la selección italiana: "Sería un honor para mí ser seleccionador".

El fracaso de Trapattoni le ha despejado el camino pese a que el veterano entrenador insiste en seguir. "Soy de los que nunca abandonan. No dimitiré", dijo ayer antes de apelar a la "mala suerte". Pero Trap no seguirá. Toda Italia quiere un nuevo técnico que acabe con el reinado de Del Piero y Vieri, y que apueste por Cassano y Gilardino. Y Lippi es el ideal. "Dirigir a la selección es mucho, mucho, mucho más difícil que a un club. Hace faltar mucha paciencia", avisó ayer Trapattoni.

NO HABRA PROTESTA El técnico no dimite porque a la selección sólo le faltó algo de "suerte" para superar la primera fase de la Eurocopa. Trap está convencido de que Italia "resurgirá en la fase de clasificación para el Mundial". Para entonces, el seleccionador puede ser otro. "El que venga se encontrará con un equipo fuerte y unido, como me ocurrió a mí", pronosticó el entrenador, que puede dejar la selección mañana.

Italia ni siquiera presentará una queja formal por el empate nórdico. Sería absurdo hacerlo ya que Lennart Johansson, el presidente de la UEFA, es sueco. "No tengo ninguna duda de que jugaron a empatar, pero es imposible probarlo", declaró ayer Carraro a la RAI antes de asegurar que la historia del fútbol está repleta de partidos bajo sospecha, como el Argentina-Perú (6-0) del Mundial-78; el Alemania-Austria (1-0), del Mundial-82 o el Brasil-Noruega (1-2) del Mundial-98.

Al presidente de la federación italiana no le consuela ni la lectura de la prensa de ayer. "¿Y los delincuentes somos nosotros?", asegura el Corriere dello Sport antes de definir el empate nórdico como "un amaño bien confeccionado". La Gazetta dello Sport habla de "fracaso" y asegura que existen "fuertes sospechas" de pacto entre Dinamarca y Suecia.

Más duros se mostraron algunos jugadores. El portero Buffon habló de insulto al juego limpio. "Alguien debe sentir vergüenza y no somos nosotros. Ha sido un pésimo ejemplo para los niños. ¿Dónde está el tradicional fair-play nórdico?".