Su apodo, la flecha de L'Hospitalet, ya dice mucho sobre él. Los técnicos de La Masía aseguran que no recuerdan a un jugador tan rápido como Adama Traoré (25-01-1996), de origen maliense, porque sus padres llegaron a Cataluña desde ese país hace 30 años y un extremo que, con ficha del Juvenil A, ya ha debutado con el primer equipo del Barça (ante el Granada en Liga, el octavo más joven en la historia azulgrana) y al que Eusebio Sacristán ya le ha dado plaza fija en el once del B en las últimas tres jornadas tras ir dosificando sus apariciones antes.

El camino que recorrieron Pedro, Cuenca, Tello o Deulofeu, lo cubre ahora Adama Traoré. Extremos puros, que parten desde la cal hacia dentro y que tienen en la velocidad su arma. En el caso de Adama, su tren inferior es pura potencia, con unas claras facultades de velocista, sobre todo un cambio de ritmo eléctrico. Diestro cerrado, Rico tiene con él un duro examen esta tarde.

Andan sorprendidos en el Barcelona con la evolución de este chaval. No tanto en el aspecto físico, porque ahí influye su origen africano, y más en el futbolístico. Adama está aprendiendo a jugar con más cabeza, a gobernar su velocidad, con más criterio en los centros, en las elecciones de pase y en el gol. Técnicamente no es un portento, pero ha mejorado. Junto con Samper y Denis Suárez son los tres del Barça B que apuntan a llegar al primer equipo.

Hijo de un mecánico y de una empleada de hogar, Adama ha quemado etapas a la velocidad de la luz tras llegar a La Masia con solo 7 años. La temporada pasada arrancó en el Cadete A , dominó en el Juvenil B y ya irrumpió en el A. Ahora, ya acumula 10 partidos con el filial (461 minutos) y dos goles. Hoy jugará su cuarto choque seguido en el once y la salida de Joan Román al Villarreal aún le va a dar más presencia. Internacional en todas las categorías, la flecha pasará hoy por La Romareda.