Arturo López del Moral, presidente del Club Ciclista Iberia, logró un año más el objetivo de ver organizada una nueva edición de la carrera, una reedición que siempre se presentó difícil: "El pasado 18 de febrero, hace exactamente dos meses, no teníamos carrera. En esa fecha nos reunimos las tres partes implicadas en este acontecimiento, Unipublic, DGA y Club Ciclista Iberia y, afortunadamente, hubo un acuerdo", señala. Ese acuerdo pasó por una sólida apuesta de la Consejería de Arturo Aliaga para patrocinar el gran premio de la carrera. La DGA volvía a salvar la Vuelta a Aragón: "En la DGA no querían que se perdiese la continuidad de la prueba y a partir de ese momento nos pusimos a trabajar para cerrar el recorrido", apunta López.

La inclusión de la Vuelta Aragón en el paquete de pruebas que organiza Unipublic permitió a esta empresa negociar a la baja la retransmisión a través de TVE. Otras pruebas como la Vuelta a Andalucía renunciaron a TVE dadas las elevadas pretensiones económicas. "Es una suerte para la Vuelta Aragón poder contar con Unipublic. Si no fuera por esta empresa, la carrera hubiera desaparecido hace años", indica el presidente del CC Iberia, cuya responsabilidad máxima en la organización consiste en coordinar las aportaciones de los Ayuntamientos que acogen la prueba.

A la hora de plasmar el recorrido las dificultades tampoco son pequeñas: "Este año teníamos la inclusión de Fraga como final de etapa, pero a última hora se fue abajo. Fue necesario rehacer el trazado de manera apresurada. El recorte en las ayudas anunciado por el Ayuntamiento de Zaragoza también nos agravó la situación", señala López.

FUTURO EN PELIGRO Los problemas no se quedan en el terreno económico. La UCI pretende abrir un calendario de pruebas elegidas que darían la clasificación para el Tour, prueba de referencia para todos los equipos. Sería algo así como una Liga europea de equipos y carreras con una serie de prebendas y obligaciones contractuales de los equipos que dejaría en un segundo plano, posiblemente sin televisión, a organizadores y equipos de menor entidad. La Vuelta a Aragón está en ese club de afectados. "El día 26 viene a Madrid el presidente de la UCI, Verbruggen, para reunirse con equipos y organizadores. Nadie está de acuerdo con esas decisiones y se le va a pedir que retire el proyecto. De salir adelante esa idea la Vuelta a Aragón estaría sentenciada porque no tendríamos el nivel de participación actual ni las imágenes de televisión", indica López.

Pese a todo ello, las perspectivas para el próximo año no son malas. Algunos finales de etapa ya están asignados: "Benasque quiere tener la carrera para hacer un final de etapa en El Ampriu, en Sabiñánigo también hay interés en llevar una etapa sobre el recorrido de la Quebrantahuesos, solventando las dificultades con Francia con tiempo. Finalmente, podríamos recuperar una jornada con dos sectores en La Muela con la recuperación de una contrarreloj individual", adelanta. Planes y propuestas no faltan. Lo complicado es recaudar los cerca de cien millones de pesetas (600.000 euros) que cuesta la Vuelta a Aragón con televisión en directo.