El Athletic Club solventó ayer de la mejor manera posible su crisis, de resultados que no de juego, imponiéndose en San Mamés al Real Madrid por dos goles a uno tras arrollarle en el primer tiempo y aguantarle en el segundo. El cuadro vizcaíno, con ese triunfo, que le saca de las posiciones de descenso, ahondó en la convulsa situación por la que pasa el Madrid.

La primera parte fue netamente local, de un Athletic muy centrado, con ganas de hacerse con la primera victoria de la temporada. El equipo visitante, por su parte, ofrecía una imagen penosa, la de un grupo físicamente al límite, sin ideas, sin apenas recursos y dando la sensación de no saber exactamente lo que tenía que hacer. Así, la manera de acabar con las combinaciones en campo propio, balonazos en largo Ronaldo, muchos de ellos por arriba, reflejaba en toda su dimensión en socavón de juego en el que se encuentran los ahora entrenados por Mariano García Remón, que tuvo un gesto de autoridad al dejar en el banquillo a Roberto Carlos.

NEFASTO BRAVO Su recambio, Raúl Bravo hizo un partido nefasto. El se tragó el centro de Asier Del Horno que dejó solo a Ismael Urzaiz para que el navarro batiese sin apurarse demasiado a Iker Casillas por primera vez, ya a los diez minutos de juego. Llegando el descanso, Bravo no pudo con Santi Ezquerro en el segundo palo en el perfecto testarazo con el que el riojano puso el 2-0, otra vez a excelente servicio desde la izquierda de un inspirado Del Horno en el golpeo.

En la segunda parte, todo cambió, fundamentalmente por el gol de Raúl, que salió al rescate de su equipo y enganchó un tiro desde la frontal al que no pudo responder Aranzubia. Ese tanto, que el capitán madridista se sacó donde aún no había ni ocasión de gol, tranquilizó un poco al Madrid, que se asentó sobre el terreno de juego, y le provocó dudas al Athletic. La mejoría blanca, no obstante, no le dio a los de García Remón para mucho, ya que apenas si ofreció más peligro que el aparente cuando alguno de sus afamados jugadores de ataque cogía el balón.

El Athletic, a pesar de su deseo de que aquello acabase cuanto antes, sí le buscó en varias ocasiones más las cosquillas al Madrid, en incorporaciones al área de Yeste, Ezquerro y Etxeberria.