Francisco Pérez disputó dos Juegos Olímpicos en dos países totalmente distintos. El régimen comunista de Rusia (Moscú) y un país capitalista como Estados Unidos (Los Angeles). Pero el tirador no tuvo tiempo de conocer a fondo ambos países. "Tuve la experiencia de conocer los aeropuertos, los hoteles y la gente de allí. Pero poco más, porque íbamos a competir y no a pasarlo bien", dice.

A Pérez no le dio tiempo de ver ninguna prueba en "los Juegos de Moscú del 80, ni conocí el estadio Lenin, que es donde se desarrollaba el atletismo. No seguí los Juegos ni por televisión", afirma.

En Moscú Pérez falló "cuatro disparos de 600 disparos en los entrenamientos. En la competición, el primer dia rompí 149 de 150 platos. Al final, por un solo plato fallado me fui de la medalla de oro al séptimo lugar".

A los Juegos del año 84, celebrados en la ciudad estadounidense de Los Angeles, era la primera vez que iba a competir. "El campo era durísimo por las condiciones como montaron la competición. Nos llevaron con muy poco tiempo para poder preparar la competición y aun así fui el decimotercero con 193 platos derribados de 200".

Pérez empezó a competir con el equipo nacional en el año 71. "En los dos años siguientes fui a los Campeonatos del Mundo y Campeonatos de Europa. Pero en el 74 dejé la competición por motivos de trabajo", recuerda Pérez. Pocos años después volvió a la competición y estuvo "a punto de ser seleccionado para los Juegos de Montreal. Pero lamentablemente eligieron antes a Camarena. El mismo seleccionador dijo que tenía más confianza en mí".

Elite nacional

En tantos años practicando el tiro al plato, Pérez siempre ha estado entre los cuatro mejores de España. "Presumir de medallas es muy bonito, pero a mí me dice mucho más empezar a los 30 años y competir en los Campeonatos del Mundo con 58 años. Además, he tenido posibilidades de estar en cinco Juegos", dice.

No pudo ir a Seúl al fallecer una hija y en Barcelona 92 "yo mismo me dejé poner la zancadilla por la Federación Española. Prefería estar de responsable de tiro olímpico. Había aprendido lo suficiente como para ayudar a que aquello funcionara como funcionó. Todo salió perfecto en Barcelona. Hubo tiradores que tiraron 200 de 200 platos lanzados".

Francisco Pérez piensa que el tirador "controla mucho sus emociones. Somos muy pacíficos y raramente perdemos la calma. Casi tenemos que programarnos para enfadarnos". Incluso afirma que "después de empezar a practicar esta modalidad no discuto nada con mi mujer, que también es tiradora. Incluso duermo con una escopeta al lado de la cama".

El tirador zaragozano es un magnífico conversador. Habla y no para como si fuera un torrente del que fluyen frases brillantes. Una asignatura pendiente de España es "que no tenemos la cultura deportiva de estar orgullosos de la gente que no consigue medalla. De eso es reponsable la prensa, los gobiernos y nosotros mismos. Hay que concienciar la ciudadano que es un mérito estar entre los diez mejores del mundo como yo he estado. Esto vale más que una medalla olímpica", apunta.

Los inicios

Francisco Pérez se inició en el tiro al plato por medio de la caza. "Con ocho años, mi padre me empezó a llevar al monte. Soy olímpico por la caza. Era muy malo en el campo. Estuve a punto de comerme a mi perro porque no mataba a una perdiz desde los 12 años".

La modalidad en la que fue olímpico se denomina skeet . El campo de tiro tiene dos casetas, de las que salen los platos (de arcilla de 8 centímetros de diámetro), se cruzan en el centro y el tirador hace un semicírculo en el que intenta derribar los platos desde ocho posiciones. La escopeta se coloca en la cintura y se dispara un tiro a cada plato. "Mi récord sobre 200 tiros lo tuve varios años en 198", explica. El único campo de tiro al plato de Zaragoza está en Coto Ascensión, en La Muela.

Le debe mucho al deporte. "Soy muy exigente conmigo mismo y he representado a España. Siempre que he ganado, he disfrutado por la alegría que veía alrededor de mí. Cuando no he ganado, por dentro me he reñido 15 segundos y a seguir tirando".

Pérez es perito agrícola y tiene una empresa propia denominada Productos Foliares . Miriam Delgado, que es su esposa, ha sido 15 veces campeona de España de la modalidad. Pérez le metió este veneno en el cuerpo. "Estaba en casa cuidando a los cuatro crios y veía que se aburría en las competiciones. Un día le dije que probara. Probó y le gusto", concluye.