Después de tres años bajo las alas protectoras de la Federación Española, Marta Fraga emprende el vuelo en soledad. A sus 19 años, la tenista zaragozana abandona el Centro de Alto Rendimiento de Sant Cugat, en Barcelona, alentada por el deseo de mejorar su ascendente trayectoria, algo estancada en algunos momentos de su crecimiento como deportista. A partir de ahora, trabajará con un grupo más competitivo en la academia que dirigen Sergi Bruguera, bicampeón de Roland Garros en los noventa, y su padre Lluís.

Junto a su fichaje por el CT Barcino para disputar el Campeonato de España por equipos, este cambio de aires supone un paso más en el largo camino que le aguarda a Fraga hasta alcanzar su sueño: competir en la élite del circuito mundial. Antes surgen objetivos más reales: "Quiero mejorar mi clasificación y bajar del puesto 300 de la WTA", desea en voz alta la joven tenista. Asta parece la temporada ideal para conseguirlo. Conquistó, de manera consecutiva, tres torneos de 10.000 dólares del circuito ITF en un pletórico mes de mayo. En junio se lanzó a la aventura de jugar varios veinticincomiles en Italia, donde superó tres rondas de previa para acceder al cuadro final e, incluso, llegó a vencer a la 108 jugadora del mundo. Estos resultados han dado mucha moral a la jugadora, que ha culminado su racha triunfal en primavera con su presencia en la final, tanto individual como de dobles, del Campeonato de España absoluto. "Me siento muy bien, tanto de juego como de cabeza", confirma.

Aunque la decisión le ha supuesto un periodo de meditación y algún que otro bache anímico, el Nacional estaba señalado como un punto y aparte desde el que abrir un nuevo y prometedor capítulo. Jugadoras más experimentadas como María Antonia Sánchez Lorenzo, Arantxa Parra o Alexandra Kravets -excompañera de Fraga en el Stadium Casablanca- van a ser sus nuevas compañeras de entrenamientos, mientras que el extenista Alejo Mancisidor vigilará su progresión. "Se aprende más cuando te entrenas y juegas con gente superior a ti", reconoce Fraga, que ocupa un lugar entre las 25 mejores jugadoras nacionales.

Sin embargo, los vínculos con el CAR no están rotos. Fraga podrá regresar a sus instalaciones para pernoctar y sigue recibiendo el respaldo de Juan Avendaño, responsable de los chavales en el centro de tecnificación catalán. "Siempre me ha ofrecido su apoyo y confía mucho en mis posibilidades", asegura la tenista, que destila felicidad al volante de su coche nuevo: "Hace dos meses que me saqué el carné. ¡Y lo aprobé a la primera!", presume.