Los empresarios que ahora mismo controlan accionarialmente el Real Zaragoza decidieron a los pocos días de su aterrizaje nombrar un Consejo de Administración de urgencia para tratar los asuntos más prioritarios de la actividad diaria de la Sociedad Anónima Deportiva (SAD). En ese Consejo se mantuvieron Francisco Checa, José Guerra y Luis Carlos Cuartero, los hombres de confianza de Agapito Iglesias, exaccionista mayoritario de la SAD, y se unieron a ellos Luis Gamón, portavoz del grupo de los empresarios, y Antonio Martínez, uno de los empresarios.

A Martínez, que al final decidió no comprar el 7% del capital que había dejado libre Juan Forcén, del que había actuado como representante en la operación de compra, tuvieron que cederle una acción (cuyo valor nominal es un euro) para poder formar parte de ese Consejo de Administración de urgencia. Esa acción, según uno de los empresarios, pudo ser cedida por Francisco Checa, todavía consejero y secretario general del Real Zaragoza. En principio, según esa misma fuente, se había asegurado que Checa había cedido a Antonio un 1% del capital social de la entidad, pero eso es imposible porque solo es propietario de 406 títulos de la SAD.

Francisco Checa, José Guerra, que ocupa el cargo de director financiero, y Luis Carlos Cuartero, responsable del área social del club, apuntaban a seguir trabajando en la entidad, pero ahora se desconoce lo que puede suceder con ellos si los empresarios abandonan definitivamente el accionariado de la Sociedad Anónima Deportiva. En el contrato de compraventa firmado por Agapito Iglesias con los empresarios, por ejemplo, figura una cláusula por la que Cuartero tendría que ser indemnizado con tres anualidades si se prescinde de sus servicios. Entonces, la cantidad que percibiría rondaría los 330.000 euros.