Hideki Matsuyama ha hecho historia este domingo al ganar el Masters de Augusta. El golfista japonés es el primer asiático en conquistar el Masters y el primer japonés en ganar un 'major', al acabar con total de 10 bajo par, un golpe menos que el estadounidense Will Zalatoris, que soñó con vestirse de verde en su primer Masters (24 años). Jon Rahm, que firmó una última ronda espectacular (-6), ha acabado en la 5 plaza, empatado. Olabazal, a sus 55 años, acabó con un birdie en la 50 posición (+8).

El japonés llegaba como líder destacado al domingo y pasó algún apuro al ver cómo su compañero de partida, el exnúmero uno del mundo Xander Schauffele, se le acercaba a dos golpes tras encadenar cuatro 'birdies', del hoyo 12 al 15. "Estuve nervioso desde el inicio hasta el final", reconoció Matsuyama antes de recibir la chaqueta verde de manos de Dustin Johnson, ganador del año pasado. Pero en el hoyo 16, un par 3, el estadounidense se fue al agua de salida y con un triple bogey se despidió de la victoria y hasta de la segunda plaza. Fue tercero empatado con Jordan Spieth. Ya solo tuvo que administrar la ventaja sobre Zalatoris.

La victoria de Matsuyama es un verdadero hito en este deporte. El golfista, de 29 años, no es ningún desconocido. Ya fue el mejor amateur del torneo en el 2011, además de quinto absoluto en el 2015 y séptimo en el 2016. Aún más cerca de ganar un 'major' estuvo en el US Open del 2017, cuando fue segundo. En total acumulaba siete 'top ten' en grandes hasta esta cita. En puertas de los Juegos Olímpicos de Tokio, Matsuyama pasa a ser una celebridad en su país a la altura de la tenista Naomi Osaka.

"Mi año se acerca"

Si Matsuyama acabó el torneo con la peor de sus cuatro rondas, a Jon Rahm le sucedió lo contrario. Después de tres días clavando el par, este domingo ha limado seis golpes a su espectacular tarjeta. "Por supuesto que estoy contento. Sigue siendo un Top 5 en un 'major' con una gran ronda en un domingo", dijo Rahm tras firmar la que sería mejor tarjeta del día. "Son unas 15 rondas consecutivas de par o mejor aquí. Está claro que me gusta el sitio. Juego bien aquí. Mi año se acerca. Esperemos que sea pronto", afirmó el actual número tres del ranking de la PGA, que a sus 26 años ya ha sido número 1 mundial pero sigue a la caza de un torneo de Grand Slam.

Este domingo empezó con un birdie y un eagle y firmó el tercero de sus cuatro birdies justo cuando Matsuyama iniciaba su recorrido. "En ese momento pensé, estoy cinco golpes abajo. Si hago birdies en el 13 y 15 y él no tiene su mejor segunda parte, de repente estoy en la pelea", reconoció. "Pero yo salí a jugar para hacer la mejor ronda para mí. Nunca pensé realmente que fuera a haber una opción a menos que yo hiciera una puntuación de récord, como nueve o 10 bajo par".

Padre cansado y feliz

Rahm llegó a última hora al torneo, el miércoles, porque él y su esposa, Kelley, acaban de estrenar paternidad. Apenas pudo practicar medio recorrido antes del inicio del torneo. "Los tres primeros días no pude hacer nada. Hoy ha sido todo lo contrario. Empecé como empecé, y eso marcó la pauta para el resto de la ronda", apuntó. "Así es el golf. ¿Qué voy a hacer? También me presenté aquí el jueves sin pegar un golpe en seis días, he dormido muy poco. Para ser honesto, no esperaba jugar tan bien como lo hice al principio", afirmó.

El de Barrika también reconoce que la llegada de su hijo, Kepa, le ha ayudado a relativizar estos contratiempos deportivos. "Digamos que la decepción después de la ronda dura mucho menos. Termino de jugar y recibo una foto de mi esposa y no importa lo que haga, si golpeo 80 o 65, es la misma sensación. Como que te olvidas, y vuelvo a ser un padre".