"Tuve que dejar el fútbol por una lesión en la rodilla y como hobby empecé a trabajar, viendo partidos, todos los que podía". La historia del milagro actual del Llagostera bien puede empezar ahí, cuando Oriol Alsina, su actual director deportivo y segundo entrenador, comenzó a dirigir al equipo en el 2004. Cuenta Alsina que entonces se puso 20 kilos al cuerpo, "porque corrían los otros, no yo", pero también empezó a meter horas en este club, que entonces militaba en la Segunda Territorial catalana.

"Subimos en diez años siete categorías. Al principio estaba yo solo, después un preparador físico para Preferente y en Tercera ya llegó un segundo técnico. Entró más gente, la directiva ha trabajado duro, hemos hecho buenos equipos, buenos grupos, porque la colectividad, la cohesión del todo el club, es vital", relata, para después quitarse mérito en esa hazaña de llevar a un pueblo de en torno a 8.200 habitantes a la Segunda División, al fútbol profesional. "Soy uno más, en este logro del Llagostera han intervenido muchos y todos dando el 120%. Aquí, con el 100% de cada uno, no es suficiente".

Paso por el Girona

Alsina es toda una referencia en el fútbol catalán. También trabajó hace dos años en el Palamós, en su secretaría técnica, y en los últimos seis meses de la temporada pasada alternó su labor en el banquillo del Llagostera con la dirección deportiva del Girona. "Mi casa es el Llagostera y yo puse la condición al Girona de que me dejaran hacer ambas cosas. Lo hice durante medio año y creo que dejé bastantes cosas encarriladas, con jugadores como Granell, Pere Pons, Becerra o Mata que están dando un buen rendimiento allí ahora. El Girona está haciendo una gran temporada y tengo buenos recuerdos de esa etapa", explica.

Tiene claras Alsina las claves para esa hazaña del Llagostera, para ese ascenso sin freno hacia el fútbol profesional: "La gestión de los recursos por parte de la directiva y de los grupos humanos. Siempre hemos tenido claro que la igualdad en un vestuario es básica, que no haya jugadores por encima de los demás, ni en lo económico ni en lo deportivo. Es la idea de colectividad". asevera.

Entre los que fueron entrando al club a golpe de ascensos está su mujer, Isabel Tarragó, presidenta del Llagostera desde el 2007, más de siete años ya. "Casi se puede decir que el equipo es un hijo más, hemos dedicado tanto esfuerzo... Al trabajar desinteresadamente, al invertir tanto tiempo, cogerle cariño es inevitable. Yo me ocupo más de la parte deportiva y ella de la parte social y económica, pero a casa tratamos de no llevarnos mucho trabajo. Antes nos llevábamos más" , bromea.

Con ellos al frente, el club catalán es un ejemplo de gestión. "La filosofía siempre ha sido la de gastar solo lo que se pueda. Para nosotros es básico que al final de cada temporada no haya deudas. Prometer cantidades y no pagarlas no entra en nuestra lógica", relata Alsina.

Y su actual posición, con seis puntos por encima de la permanencia, se ha gestado con una plantilla que cuesta poco más de 1,5 millones cuando el presupuesto de la entidad para este curso es de 3,1. "Somos el equipo con menos límite salarial de Segunda, 1,9 millones. Pero no lo hemos gastado todo. Y en esa cifra están incluidos también los jugadores de Segunda B que suben con el equipo, más de la mitad de la plantilla en nuestro caso, porque les tienes que hacer una ficha que cada una vale 23.000 euros. Cerca de 300.000 euros se fueron ahí".

"Somos la cenicienta en todos los aspectos. Si no tenemos ni campo, ya que jugamos en Palamós. Al final los once que salen se dejan la vida. En eso es en lo que igualamos y podemos superar al resto", explica el director deportivo, que tuvo que tomar la decisión a finales de octubre de la destitución de Santi Castillejo para recuperar en el banquillo su dupla con Lluis Carrillo, que es el primer entrenador, y añadirle a otro viejo conocido, a Óscar Álvarez. "Nuestra forma de trabajar es diferente, cada uno tiene sus funciones. Con algo de distancia, es un poco lo que hacía Ferguson en el Manchester United. De la parte táctica se ocupa más Óscar, Lluis es el encargado del análisis de rivales, de jugadores, y en mi caso mi labor es gestionar, coordinar y supervisarlo todo".

Histórica visita

Afronta Alsina la primera visita del Llagostera a La Romareda en toda su historia con la idea de la ilusión, con la intención de disfrutar en ese escenario. "Nos hemos ganado disfrutar de un partido así. Hemos visto al Zaragoza por la televisión, en grandes partidos, también en Europa. Ahora los protagonistas somos nosotros en ese campo. Tenemos mucho a ganar y poco a perder", reclama, sin perder de vista el único objetivo del club, la permanencia. Con 32 puntos, aún queda por remar. "Nos quedan seis victorias, aún es mucho pero también parecía complicado llegar a 32 y aquí estamos". Estarán en La Romareda mañana, en concreto, en un partido histórico para el conjunto catalán.