El Millwall Football Club hizo ayer historia al clasificarse para la UEFA (competición que disputará también el Real Zaragoza) por primera vez en sus 119 años de historia. Lo logró tras derrotar al Sunderland en una sorprendente semifinal de la Copa inglesa entre equipos de Segunda (1-0). El modesto equipo se jugará el título ante el Manchester United, que el sábado superó al Arsenal por el mismo resultado. La final se disputará el 22 de mayo en el estadio Millenium de Cardiff.

Tim Cahill, que debutó el pasado martes con la selección australiana, logró el gol del triunfo del Millwall (m. 26) en el pulso disputado en Old Trafford. "Es impresionante. Nos hemos ganado el respeto de todos con la trayectoria en la Copa. La final será muy especial para toda nuestra afición", dijo el goleador.

El éxito del Millwall es más sonado aún si se tiene en cuenta que hasta ahora sólo era conocido por su volcánica afición, y por la curiosa pareja que forman el presidente y el entrenador. El fallecido Bob Paisley, considerado el mejor técnico de la historia de Inglaterra cuando dirigió al Liverpool, resumió su filosofía del fútbol en una frase: "El fútbol no es una cuestión de vida o muerte: es mucho más importante". Tal vez por eso en The Den, el estadio del Milwall, haya un cementerio para aficionados y socios. Previo pago, los fans de este humilde club del sureste de Londres pueden reposar toda la eternidad junto al aparcamiento del equipo de sus amores. Pero hay mucho espabilado en esta zona industrial, de gentes curtidas, y el Milwall tuvo que colgar un cartel junto al camposanto que rezaba: "Por favor, no esparzan aquí las cenizas de sus difuntos sin autorización".

UNA AFICION VIOLENTA El Millwall jamás ha logrado un título, pero su afición está considerada desde hace lustros la más violenta de las islas británicas. No es extraño, al término de los encuentros, ver a la afición del equipo visitante huir del estadio protagonizando espectaculares esprints masivos. Y, según cuenta la leyenda, fue en este estadio donde los hooligans desarrollaron por primera vez el curioso método de fabricar porras con sus periódicos, que primero tendían bajo la lluvia para luego secarlos y darles forma. Así sorteaban los exhaustivos cacheos de la puerta del estadio.

WISE, TECNICO Y JUGADOR En la temporada 1996-97, el club rozó la bancarrota. Un empresario chipriota, Theo Paphitis, lo salvó en el último momento. A Paphitis, los lions le veneran por su bolsillo salvador y por la decisión que tomó el pasado diciembre, cuando destituyó al entrenador. En aquel momento el equipo era 15º en la la First Division . Nadie le creyó cuando dio el nombre del sustituto: Dennis Wise.

El veterano centrocampista (37 años) había sido el fichaje estrella durante el verano. Wise, de quien sir Alex Ferguson dijo en una ocasión que "podría provocar una pelea en una habitación vacía", se vio ante el gran reto de su carrera como entrenador-jugador. Apoyado en la complicidad total de sus compañeros, Wise ha logrado conducir al equipo a la lucha por el ascenso y ha metido al club en Europa. Durante la semana, el club negoció a la carrera las primas en caso de lograr este objetivo. Y Paphitis anunció que pagaría encantado y lo celebraría corriendo desnudo por Trafalgar Square.

PRECEDENTES PARA SOÑAR Los más optimistas del conjunto blanquiazul ya sueñan con el título. Y lo hacen aferrados a la leyenda del alma del equipo. Dennis Wise ya protagonizó una sorpresa mayúscula con el Wimbledon en el año 1988 al vencer al Liverpool de Ian Rush. Y cuando Wise ganó este mismo título con el Chelsea hace cuatro temporadas acababa de tener un hijo, situación que se ha repetido ahora.