Moncho López dimitió ayer de su cargo de seleccionador español de básquet cuando faltan dos meses para el inicio de la concentración del equipo y tres para la gran cita de los JJOO de Atenas. El técnico gallego, de 34 años, deja la selección ante una oferta del Breogán para las tres próximas temporadas. Pese a que tanto el equipo lucense como la federación aceptaban que siguiera en el cargo hasta el final de los Juegos, López ha preferido abandonar a los 17 meses de sustituir a Javier Imbroda.

López quería abandonar sus responsabilidades en la federación y en la selección después de los JJOO. Prefería continuar su carrera como entrenador de club, después de que los responsables federativos no pudieran garantizarle su continuidad como seleccionador. Al margen del resultado deportivo que se obtenga en Atenas, en noviembre habrá elecciones en la federación. Para evitar un conflicto como el que se vivió hace dos veranos con Javier Imbroda antes del Mundial de Indianápolis cuando fichó por el Madrid, López ha preferido renunciar antes. "Un entrenador debe preparar una cita como los Juegos sin distracciones y sin perjudicar a nadie, porque las suspicacias, por ejemplo en los fichajes, serían constantes. Lo más honesto era irme", afirmó López.

El seleccionador no ha escondido tampoco que no se ha sentido "suficientemente valorado" por la federación cuando no fructificaron las negociaciones que mantuvo con los dirigentes para reorientar su contrato. La gran oferta del Breogán, unos 720.000 euros por tres años (unos 120 millones de pesetas), ha precipitado la decisión del técnico.

SIN MARGEN DE MANIOBRA El domingo, López se puso en contacto con el vicepresidente José Luis Sáez para comunicarle la oferta del Breogán. Desde la federación, el propio Sáez y el director deportivo Angel Palmi, confiaban en tener margen de maniobra para negociar su continuidad hasta septiembre, pero la postura del entrenador ha sido inflexible.

La federación debe decidir en los próximos días quién relevará a López. Dentro de su estructura de entrenadores, figuran Joan Creus como ayudante del seleccionador, Moncho Monsalve como responsable del equipo B y Mario Pesquera, del sub-20. La opción de recuperar a Javier Imbroda parece ser la que puede tener mayor fuerza, por ser un técnico que ya estuvo perfectamente integrado en el organigrama de la selección.