Al final no aparecieron los temidos ultras del Utrecht, que prefirieron no desplazarse a Zaragoza ante las fuertes medidas de seguridad que se habían preparado para recibirlos, y no hubo incidentes ni dentro ni fuera de La Romareda. La única nota negativa fue el lanzamiento de una bengala desde el fondo norte, tras el primer gol de Villa, que le costará una multa al Real Zaragoza.