Al finalizar el partido, Jaime Ortí, presidente del Valencia, celebró la victoria de su equipo bajando el césped de La Romareda para acudir a las dos zonas donde estaban los más de 2.000 seguidores del conjunto che que apoyaron a su equipo. El dirigente valencianista se puso una bufanda y estuvo a punto de ponerse una peluca naranja, además de no parar de dar saltos de alegría con los aficionados, que tuvieron un comportamiento correcto antes y después del choque.