El rugby es comúnmente conocido como el deporte de los valores. Eso es lo que quisieron transmitir desde el Bantierra Fénix Rugby de Zaragoza a las chicas, y mujeres, que se acercaron en la mañana de ayer al CDM David Cañada. La jornada, a la que asistieron 50 chicas, sirvió para promover exclusivamente el rugby femenino. «Lo más importante es aprender los valores. Es un deporte en el que recibes 80 golpes pero hay que tener deportividad y sonreír a tu rival con el cual te vas a ir después a tomar algo», admitió Susana Soto, una de las entrenadoras del Fénix Zaragoza.

La velada atrajo tanto a algunas participantes ya curtidas en mil envites a pesar de su corta edad como a otras que intentaban adueñarse de los conocimientos básicos de este deporte. «Las niñas ya conocen los conceptos técnicos más básicos pero las madres o amigas que vienen a ver los partidos no entienden mucho de qué va. Sirve para explicarles que está haciendo su hija cuando placa, cómo es un touch y que entiendan el conjunto del juego», afirmó la coordinadora de la jornada, Merche Estallo.

Y es que a pesar de que el rugby femenino va creciendo a pasos agigantados todavía debe afianzarse entre las más jóvenes. «Las chicas deben aprender a perder el miedo. El rugby es un deporte de contacto pero no es nada violento. Simplemente es un combate entre dos equipos que comparten el objetivo de conseguir un ensayo, nada más», analizó la coordinadora. Además, el rugby es uno de los referentes a la hora de promover el deporte femenino debido a que chicos y chicas comparten equipo mixto hasta la categoría sub-16.

Dos chicas del Fénix.

Pero la pasión por este deporte también ha alcanzado a las madres de los jugadores y jugadoras del Bantierra Fénix Rugby que han iniciado sus propios entrenamientos en la sección conocida como Supermamás de la escuela. Estas nuevas jugadoras se diferencian con una camiseta con el lema ‘I am a rugby mum’ (Yo soy una mamá de rugby). «La idea llegó de las propias madres. Es una manera de introducir a las familias en el rugby porque las madres a veces están algo fuera», explicó Estallo. El club zaragozano sigue avanzando para aumentar las 30 fichas femeninas actuales y poder aumentar las licencias de las más pequeñas para que algún día puedan tener su propio primer equipo. «Nuestro objetivo a largo plazo es conseguir sacar equipos solamente compuestos por chicas», confirmó Estallo.

La hora de la verdad

Marta Siurana y Susana Soto, entrenadoras del Fénix, fueron quienes dieron las directrices para que las protagonistas se nutriesen de sus conocimientos. «Jugar con sus madres hace esto todavía más divertido porque entre ellas buscan el pique», comentó Marta Siurana. La familiarización de este deporte comenzó con la adaptación de los clásicos del pañuelo o el gavilán pero introduciendo la técnica del placaje.

Después, las chicas del equipo femenino del Bantierra Fénix exhibieron sus jugadas de pizarra a la hora de ejecutar un touch que dejó boquiabiertas a las más pequeñas. Éstas entrarían en acción poco después para poner en práctica la melé. Todo lo aprendido fue plasmado en un cuadrangular en el que se pudieron ver grandes carreras, limpios placajes y puntos muy celebrados. El plato más fuerte de la velada fue el último, el tradicional tercer tiempo en forma de comida conjunta entre todas las participantes.