Tras más de una semana de baja por las molestias que experimentó tras el episodio de vértigo que sufrió el 23 de marzo, Pau Gasol está a punto de volver a la cancha deseoso de dejar atrás "una pesadilla", según ha relatado el propio jugador. "Estaba muy mareado. Estuve en un estado atolondrado y somnoliento durante cinco o seis días en casa, sin poder moverme mucho, tumbado. Dejé que mi sistema se reajustara. Me dio miedo. A mí, a mi familia y a los que me quieren", ha detallado al término del entrenamiento.

El pívot de Los Ángeles comenzó a sentir mareos y náuseas en el descanso del partido contra los Orlando Magic. En el vestuario, recibió tres litros de suero intravenoso, pero como no se recuperaba fue trasladado a un centro médico, donde pasó la noche en observación. "Me sentía horrible. Todos los que estaban conmigo se sentían mal al verme tan extremadamente pálido. Estaba temblando. No me podía mover [...] No me podía levantar ni sentar. Me llevaron al hospital en una camilla. No fue una experiencia agradable", ha rememorado.

Causa desconocida

La resonancia magnética que se le practicó no reveló ningún daño en la cabeza, según informó el club en su momento, y hoy 10 días después, todavía se desconoce la causa del vértigo. Los médicos creen que puede deberse a una infección respiratoria que sufrió meses atrás o a un virus que le afectó el oído interno y le causó el ataque.

"Por suerte soy una persona bastante calmada", ha apuntado. "Generalmente, me tomo las cosas con tranquilidad. No reacciono de forma emocional fácilmente, así que eso juega a mi favor. No me obsesiono. No le doy muchas vueltas. Eso me ayudó. Pero muchas cosas podían haber pasado por mi cabeza cuando, tras unas horas, no me podía mover. No podía ni mover los ojos porque me entraban náuseas o ganas de vomitar", ha detallado.

Este martes ha realizado un entrenamiento sin contactos y este mismo martes, tras la sesión de tiro matutina previa al partido contra los Portland Trail Blazers, los médicos decidirán si está en condiciones de jugar. "Veremos cómo reacciona mi cuerpo cuando me levante tras el ejercicio que he hecho. Me encantaría jugar", ha reconocido Gasol, que este verano se convertirá en agente libre este verano.