Las únicas victorias en casa del Real Zaragoza se han producido en dos derbis. Ante el Peñas se le presentaba el tercero, pero en esta ocasión no le salió nada. No se pudo adelantar en el marcador, todo lo contrario, fue el Peñas quien marcó primero, esto dio alas a los oscenses, que no se arrugaron y lograron al final un punto más que merecido por el esfuerzo derrochado.

El partido comenzó con un claro dominio zaragocista, pero carente de profundidad. El Peñas se defendía como podía, y tuvo la fortunda de aprovechar un regalo de Inglada para adelantarse en el marcador por medio de Vivas. Poco después Casaña tuvo la oportunidad de dar la puntilla a los locales, pero primero Murillo y luego Beltrán salvaron al Zaragoza. En el último cuarto de hora el Zaragoza desplegó su mejor fútbol, y en un minuto tuvo sus dos mejores ocasiones, primero en un remate de Míchel que Rubén sacó con un paradón antológico, y luego, la más clara, cuando Sergio dentro del área pequeña mandó el balón por encima del larguero, cuando lo más fácil hubiera sido marcar.

Tras la reanudación, el partido se convirtió prácticamente en un monólogo del Zaragoza, pero careció totalmente de pegada. Durante casi media hora el Peñas no pasó apuros para defenderse ante un Zaragoza que se perdía cuando llegaba al área de Rubén. Hasta que Fonsi recogió un balón perdido en el área visitante y logró el tanto del empate. A falta de un cuarto de hora para el final, todo el trabajo del Peñas se pudo ir por la borda, cuando el árbitro pitó penalti y expulsó a Jaime. Pero entonces Rubén se convirtió en el héroe al detener el lanzamiento de Fonsi. Esto dio alas a sus compañeros, que lucharon con uñas y dientes para defender el empate.