De nada de la servido a Michael Phelps pedir perdón y anunciar que seguirá un programa de rehabilitación para intentar superar sus problemas con el alcohol. Una semana después de haber sido detenido en Baltimore (Maryland) por conducir abrio, el nadador estadounidense, el deportista olímpico más laureado de la historia, ha sido sancionado por la federación de su país con seis meses de suspensión y la exclusión de los Mundiales del 2015, que se disputarán en la ciudad rusa de Kazán del 2 al 9 de agosto.

Phelps, que ha sido sancionado por haber infringido el Código de Conducta de la federación, podrá entrenarse con su club pero no podrá ser seleccionado hasta el 6 de abril. Además, durante esos seis meses, dejará de percibir el estipendio mensual que recibe. "En el caso de una infracción, es nuestra responsabilidad tomar las acciones oportunas. Su conducta fue grave y requiere unas consecuencias", explica la federación en un comunicado colgado en su página web.

¿Jubilación definitiva?

El campeón olímpico, de 29 años, fue arrestado el 29 de septiembre por la noche en Baltimore cuando circulaba a 135 kilómetros por hora en una zona en la que la velocidad estaba limitada a 70 y con una tasa de alcohol en la sangre de 0,14%, casi el doble del límite del Estado de Maryland. El comunicado policial detalla que cuando el Land Rover fue detenido, el conductor "parecía estar bajo los efectos del alcohol". "Fue incapaz de realizar correctamente una serie de test básicos de sobriedad", agrega.

El domingo, el nadador anunció a través de su cuenta de Twitter la intención de tomarse "un tiempo" para entrar en un programa que le proporciona la ayuda necesaria. Pero ahora esta sanción puede suponer su jubilación definitiva. Tras los Juegos de Londres 2012 anunció su retirada, pero volvió a las piscinas a principios de año este con la vista puesta en Río 2016, objetivo que una temporada en blanco puede frustrar.