El Pla-Za Olivar se adentra hoy en una tarde de suspense. Saltará el ecuador de la Liga en Pamplona con las cuentas bien claras. Si quiere entrar en la Copa y cumplimentar con éxito el primer objetivo marcado en esta ambiciosa temporada, los zaragozanos deben capturar el triunfo en la piscina del colista Larraina. Sera el primer paso, pero no el único. Su fortuna es propiedad de otros. El pase sólo se obrará si se supera al Sant Andreu, séptimo, o al Martiánez, octavo, ambos con doce puntos, dos más que El Olivar, noveno. Para consumar el adelantamiento, uno de estos contendientes no debe ganar en la jornada de hoy.

Así que la expedición del Pla-Za tendrá que estar en dos sitios a la vez. Ganando en primera persona al Larraina y esperando buenas noticias al otro lado del móvil. El Sant Andreu parece ser la víctima más propiciatoria ya que recibe al Barceloneta, tercero en la tabla. El Martiánez de Tenerife rinde visita al Aguas de Valencia, antepenúltimo. Si el Pla-Za Olivar gana en Pamplona, pero la pareja de contendientes empata y quedan igualados con 13 puntos, tendría que mediar el golaverage para desequilibrar el atasco. En ese caso, los aragoneses saldrían siempre beneficiados al tener mejor balance (-8) que el Sant Andreu (-11) y el Martiánez (-14).

PRESA FRAGIL El colista Larraina es la presa menos escurridiza que podría encontrar el Pla-Za en una encrucijada tan vital. La fragilidad navarra no es tal al introducirse de por medio las constantes de igualdad que trascienden siempre de una rivalidad como la que han labrado en los últimos años Larraina y el Olivar. En la piscina navarra, los aragoneses obraron el ascenso a la A-1.

Desde esta amarga efemérides, el Larraina tiene una espina clavada que estaría gustoso de extirparse dejando fuera al Pla-Za de la ronda copera. Por si acaso, ya le pusieron la primera tachuela en el camino a los jugadores de Emilio Bautista. No contemplaron la posibilidad de aplazar el partido, como había solicitado el club aragonés, para que el Olivar pudiera contar para este trascendental partido con los servicios del rumano Ramses Juravle, convocado con su selección para jugar el Preolímpico.